viernes. 26.04.2024

- Usted preside el GRUPO VERLIO, una Empresa con una larga tradición marítima que ha ido constantemente adaptándose a los cambios…

- Efectivamente, el Grupo Verlio es la fusión de la pasión y la vocación de cinco generaciones de navieros y consignatarios y la adaptación, en cada momento, al desarrollo de nuestra apasionante industria. Siempre con el reto de dar el mejor servicio, en cada época de nuestra historia a través de nuestras empresas, marcas o denominaciones que han ido formando y forman parte del Grupo;  Oliver S.A., Mariba S.A. (Marítima Balear de Transportes), Transcoma, Transcoma Baleares… Hasta llegar al conglomerado empresarial actual que, hace ahora 8 años, se reestructuró bajo la única marca y estructura de gestión “Grupo Verlio” .

 

- Desde esa experiencia, ¿cuáles son los cambios más importantes a los que se está enfrentando el sector actualmente?

-Se trata de un sector en constante evolución. En cada momento nos parece que los cambios son más rápidos y acelerados pero, personalmente, pienso que no es así. Hemos vivido la revolución en materia de seguridad, de velocidad, de dimensión en las construcciones navales, en los últimos tiempos también de la tecnología y, en la actualidad, del cuidado del medio ambiente y el “life style” a bordo. Parece una industria basada en lo clásico, en lo tradicional, pero es uno de los sectores con más elementos de desarrollo, ya que combina todos los factores de éste en el día a día; desde los diseños técnicos, los tecnológicos, los combustibles, el impacto del clima, el medioambiente o las sensaciones en el confort a bordo.

 

- El turismo de cruceros ha crecido un 30% en las Illes Balears en lo que llevamos de año. ¿Por qué está tan de moda Mallorca y sobre todo Palma en este tipo de turismo?

- Mallorca no está más o menos de moda, esta expresión no es del todo correcta. Hemos vivido el efecto de los conflictos socio-políticos de otros países, incluido el terrorismo más radical. Son causas lamentables pero que han generado una oportunidad para nuestro país como destino.  Lo que ha generado el falso efecto de crecimiento exponencial, cuando se trataba más de un crecimiento vegetativo positivo y un plus de oportunidad por nuestra ubicación geográfica y nuestro alto nivel de seguridad como destino.

 

Por otra parte, no es menos cierto que, casi sin excepción, el tejido social y empresarial de las Islas, centrándonos en Baleares, han sacado lo mejor de sí mismos para acoger al turismo prestado tanto a nivel social como en lo relativo a las importantísimas inversiones que los empresarios han realizado para mejorar el destino y retener a esos turistas temporales.

 

- ¿Hay en su opinión margen para crecer más?

- Siempre hay opción de crecer más y mejor, se trata de hacerlo de un modo consensuado, planificado y sostenible, respetando el entorno, los aspectos y necesidades locales para ello. Tenemos los elementos, las herramientas, los ingredientes y, sin duda, la voluntad.

 

- ¿Cual cree que será la evolución futura de este tipo de turismo en las Islas?

- Pienso que la industria se segmentará. En determinados aspectos se volverá a modelos anteriores aunque mucho más desarrollados y avanzados, sin despreciar el punto y el modelo que nos ha traído hasta la actualidad.

 

Por una parte, se mantendrán los megacruceros como los que estamos viendo en la actualidad, pienso que no más grandes, y quizás se tenderá a una estabilidad e incluso a una reducción, quedando el buque objetivo en este segmento de mercado en 4.500 pasajeros. Por otra parte, se desarrollará el crucero de lujo; menores esloras, menores volúmenes y puertos más selectos, buques de 180 metros con 350/500 pasajeros. Y un tercer tipo serán los “yacht class”, esos cruceros que, sin dejar de serlo, sí se acerquen más al modelo “yate”. Pequeñas esloras (100/125 metros), puertos muy selectos, tratamiento distintivo y experiencias únicas.

 

Para esta segmentación nuestras Islas como destino vuelven a ser un terreno fértil, excepcional y lleno de oportunidades, dado que tiene su más que probada cabida para los grandes operadores y los destinos y encantos especiales para los menores y nuevos productos, como Mahón, Sóller, Alcudia, La Sabina, etc.

 

"Se desarrollará el crucero de lujo; menores esloras, menores volúmenes y puertos más selectos"

 

- ¿Están contribuyendo los cruceros a la tan deseada desestacionalización?

- Sin duda. Precisamente esta es una de las curiosidades que se dan en este momento. Por un lado, parece que no gustan tanto los grandes cruceros por la falsa sensación de saturación, de turismo masivo, de efecto Venecia… No obstante, si no fuera gracias a esas esloras y dimensiones que nos visitan en la temporada estival, a esos avances tecnológicos en navegación y seguridad en el mar, esos menos deseados cruceros en verano no podrían estar aportando una importante contribución a la desestacionalización en invierno, habiéndose alargado la temporada en algunos casos a todo el año y en otros prácticamente de marzo a diciembre. Se está produciendo un importantísimo aumento en los periodos valle, efecto perseguido durante los últimos años por las instituciones públicas como por la iniciativa privada.

 

- ¿Qué impacto económico genera el crucerista en Palma?

- Hay numerosos estudios que muestran estos datos, no obstante, bajo mi punto de vista, ninguno de ellos es del todo completo. El crucerismo es un turismo sobre el que las encuestas y análisis de rentabilidad siempre han reflejado el comentario que no consumen territorio, pero nunca han valorado el coeficiente corrector que ese importante dato significa a nivel económico. No consumir territorio ni recursos locales no solo es una virtud en toda su dimensión, sino que cualquier céntimo que estos turistas dejan en el destino tiene un importante valor añadido en compraración con lo que sería en el caso del turista convencional, que ya de por sí tiene una rentabilidad mucho menor para el destino.

 

- Por otro lado, ¿qué impacto medioambiental real generan los cruceros?

Lo he insinuado en la respuesta anterior, no podemos obviar que un crucero, sus motores y sus generadores, siempre generarán un cierto impacto ambiental. Decir lo contrario sería absurdo. No obstante, hablar de la contaminación de los cruceros es un tópico que deberá dejar de ser de uso libre para el sensacionalismo.

 

Los cruceros actuales son máquinas casi verdes, los históricos motores diésel se han sustituido por complejas y avanzadas plantas de generación eléctrica por medio de la incineración de los residuos que genera el propio buque y su pasaje complementado por generadores adicionales que alimentan los propulsores eléctricos de los buques a unas velocidades sorprendentes y una huella medioambiental mínima.

 

"Los cruceros actuales son máquinas casi verdes"

 

Me atrevería a decir que los ratios persona/contaminación, contando con los tripulantes también, son extremadamente más bajos comparado con el resto de turismo de las islas. Si pudiéramos tener ese estudio deberíamos cambiar nuestros conceptos sobre este particular. A modo de ejemplo, un buque con 5.500 pasajeros y 1.800 tripulantes (7.300 personas en total) llega a la isla con tan solo una alimentación por combustión, el motor o motores del crucero. En avión serían 49 aviones o 5 ferries convencionales. En el caso del crucero, aproximadamente el 30% del pasaje baja a tierra de excursión a pie, es decir unas 2.190 personas caminan y gastan pero no contaminan, contra 132 autobuses necesarios para llevar a esos mismos pasajeros desde el aeropuerto al hotel.

 

- ¿Considera usted que existe saturación real de cruceristas en un destino como Palma?

-En absoluto, ese argumento está ya muy manido y las evidencias de que no es así son aplastantes. El ciudadano de a pie se deja influenciar muchas veces por la generalidad de la opinión pública, de los influencers sociales… En Mallorca se está confundiendo el llamado efecto nube con el efecto crucero, muestra de ello son las declaraciones de aquellos que cuando hablan de saturación basan sus argumentos en el tráfico y el centro de Palma los días nublados de verano.

 

Por otra parte, sí hay ya estudios de lo que es el impacto en la ciudad de los días (un par de ellos al año) que coinciden 5/6 buques en puerto, habiéndose demostrado con datos empíricos que no se produce tal efecto, ni siquiera uno cercano por razón de los cruceros.

 

- ¿A qué responde el debate generado en la sociedad en relación a la actividad de los crucero?

-En mi opinión personal a la enorme irresponsabilidad informativa de determinados segmentos de la sociedad que, en un uso irresponsable de los medios que tienen a su disposición como altavoz hacia la sociedad en general, arrojan mensajes no contrastados. Convierten en criterio la opinión o simplemente informan por intuición sobre lo que “piensan que debe ser” debido a que no tienen una fuente cercana fiable o, en caso de tenerla, la información veraz no da soporte al interés noticiario del momento.

 

Cualquier político, empresario o persona con capacidad y posibilidad de informar y contribuir a la creación de opinión de la sociedad debería agudizar en extremo su sentido de la responsabilidad, en su rol de informador y generador de criterio en aquellos que no tienen la suerte o la capacidad de tener otras fuentes de información para poder forjarse sus propios criterios.

 

- ¿Qué es lo que más valoran los cruceristas de Palma en particular y de Baleares en general?

-La belleza del destino, unido a una inigualable oferta cultural, gastronómica y comercial. Si a esto le sumas el carácter isleño, que salvo en determinados casos aislados es eminentemente acogedor y agradecido, hace las Islas Baleares el mejor destino del mundo para un turista, venga de donde venga y venga como venga.

Enrique Oliver: “No existe una saturación real motivada por el turismo de cruceros”