sábado. 20.04.2024

Hace 19 años Andreu Suñer, profesional de la enseñanza, empezó con ilusión el proyecto personal de recuperar la producción de vino que antaño su familia había realizado en la finca heredada en Sencelles. En estos 19 años ha invertido importantes esfuerzos en conseguir unos vinos de calidad y con una seña propia de identidad, en el marco de la Denominación de Origen Binissalem.

 

La bodega ha ido creciendo de forma modesta pero segura hasta alcanzar las actuales 40.000 botellas que se comercializan anualmente y que se agotan cosecha tras cosecha. El secreto ha sido "intentar conseguir que el vino refleje los aromas y sabores de la tierra que lo ha hecho posible. Queremos que nuestro vino tenga el sabor de Mallorca".

 

En unos momentos como los actuales en los cuales no es frecuente ver como los negocios pasan de padres a hijos, en Vins Ca Sa Padrina se afronta el relevo generacional en el que los nuevos directores del proyecto, los hermanos Andreu y Guillem Suñer Bibiloni, aspiran a seguir la senda realizada pero también a crecer de forma racional.

 

Su filosofia se mantendrá intacta, basada en obtener el máximo rendimient de las variedades locales como el Mantonegro o el Premsal, protagonistas absolutas de unos 'coupages' en los que les alarga la vida, añade color o sabor con variedades como el merlot o el cabernet en el caso de los tintos o el Chardonnay para los vinos blancos.

 

En perspectiva siempre hay la necesidad de conseguir una mayor producción a partir de la siembra progresiva de nuevas viñas pero siempre dentro de un orden. Y es que una de las quejas que adiverten en esta bodega coincidiendo con otras, es que el sector está creciendo en Mallorca de forma desaforada y que se está sembrando viña a un ritmo frenético en los últimos años. Así se reclama un poco de orden sobre todo para conseguir que las bodegas que hace años que trabajan y que han levantado el sector, tengan continuidad.

 

En Vins Ca Sa Padrina se comercializa el 80% de la producción en la misma isla y apenas un 20% se exporta, principalmente a Alemania y Suiza. Es un porcentaje bajo el que parte fuera de Mallorca en comparación con otros 'cellers' y de hecho esta es una de las tareas pendientes de futuro para la nueva generación.

 

Suñer apunta a que en Mallorca existe aún mucho margen de crecimiento para los vinos locales que apenas suman el 15% del total de ventas. Ello pasa por una mayor promoción y apoyo a los vinos mallorquines desde las instituciones públicas.

Vins Ca Sa Padrina afronta un relevo generacional
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