martes. 19.03.2024

Las inversiones inmobiliarias en España cerraron el primer semestre del año con un total de 4.600 millones de euros en volumen de inversión en activos inmobiliarios no residenciales. Por segmentos, las oficinas superaron al retail acaparando el 29% del total de las inversiones hasta los 1.334 millones de euros, por encima del segmento retail, que se quedó con un 27% (1.242 millones de euros). Por su parte, el sector hotelero representó el 25% del mercado (1.150 millones de euros) y el logístico, que sigue aumentando su peso en el mercado terciario español, alcanzó una representación récord de 19% (874 millones de euros).

 

Así, el volumen de operaciones inmobiliarias registrado de enero a junio de 2019 fue un 2,1% más bajo que el de los primeros seis meses de 2018, cuando se alcanzaron los 4.700 millones de euros en inversiones. También es un 26,2% inferior al del primer semestre de 2017 (6.230 millones) pero un 31,4% más elevado que el volumen de inversiones registrado en los primeros seis meses de 2016 (3.500 millones).

 

De seguir esta línea durante la segunda mitad del año, el sector inmobiliario terciario en España llegaría a una cifra total de inversión inmobiliaria que alcanzaría los 9.200 millones de euros, lo que supondría un ajuste notable respecto a los tres años anteriores: del 18% interanual respecto al 2018 (11.250 millones de euros), del 24% en relación al 2017 (12.100 millones) y del 17,5% respecto al 2016 (11.134 millones de euros).

 

Gerard Marcet, socio fundador de Laborde Marcet indica que “los descensos porcentuales en las macrocifras de inversiones inmobiliarias en España suponen un ajuste lógico que experimenta el sector en relación a la cantidad y volumen de operaciones récord de años anteriores”. Así, Marcet hace un balance positivo del primer semestre del año y espera que “la segunda mitad del ejercicio sea igual o mejor que la primera, especialmente gracias a la fortaleza de la demanda nacional y la atracción de grandes transacciones con operadores internacionales en el corto y medio plazo”.

 

En este sentido, el mercado inmobiliario español sigue dominado por los capitales privados, los grandes fondos de inversión nacionales y extranjeros, las SOCIMI, las empresas nacionales e internacionales inversoras en oficinas y logística y los family offices locales que operan en las grandes ciudades españolas, especialmente Madrid y Barcelona. Las claves de la evolución del sector seguirán estando en el poder de atracción del real estate español por la calidad de los activos y la competitividad de los precios que se registran respecto al resto de principales países europeos.

Las inversiones inmobiliarias no residenciales movieron 4.600 M€