viernes. 23.08.2024

Al cierre de la quinta semana del estado de alarma, decretado el pasado 14 de marzo con motivo de la crisis de la COVID-19, el tejido productivo de Baleares encaja una pérdida de 905,83 millones de euros, cifra equivalente al 2,8% del producto interior bruto anual, ha indicado la Fundación Impulsa esta semana.

Fundación Impulsa ha matizado que este marcador ha sumado entre los días 13 y 19 de abril un total de 293,69 millones de euros, los cuales corresponden al valor añadido no generado en los segmentos afectados por la paralización de la actividad.



"Dado que este montante supera sensiblemente el que se registró la semana anterior (277,26 millones de euros), se puede afirmar que la entrada en funcionamiento de los sectores no esenciales no ha podido compensar la pérdida de actividad vinculada al dinamismo habitual de los servicios turísticos a partir de la Semana Santa", ha señalado la entidad



Según i|pulsómetro puesto en marcha por la Fundación Impulsa, el 80% de las empresas de Baleares califican como muy negativo el primer impacto económico de la crisis sanitaria sobre sus negocios, una valoración que comparten el 55% de las unidades de la industria, el 56,3% de la construcción y el 86,8% de los servicios.


Las empresas de las islas prevén para el periodo acumulado hasta ahora, una pérdida de ingresos (-79%) que tratan de contener en empleo (-66%), en un contexto en el que más del 85 % del tejido anticipa riesgos comerciales y de liquidez en esta fase de la crisis.



De acuerdo al análisis de la Fundación Impulsa, esta cuestión explica que en entre las cinco principales medidas de acompañamiento público figuren la aplicación de exenciones en las cotizaciones a la Seguridad Social (86,1 %), el aplazamiento de tributos sin recargo (81,8%), el acceso a recursos financieros y avales con condiciones especiales (75,8%), la reducción del coste financiero soportado por las empresas (60,6 %) y la suspensión temporal de préstamos (46,1 %).



El análisis, que dirige el catedrático de Economía Aplicada de la UIB, Antoni Riera, revela que el tejido empresarial se muestra proactivo frente a la actual situación, pues tres de cada cuatro empresas están en la actualidad, anticipando escenarios y gestionando la incertidumbre, mientras que una de cada demandan explícitamente medidas adicionales al confinamiento, pues consideran que esta es una medida necesaria pero no suficiente para gestionar la crisis sanitaria.

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