La conclusión para los presidentes y la gerente de la Asociación Balear de Software, Internet y Nuevas Tecnologías, Xavier March, Jaume Monserrat y Tona Pou, respectivamente, es desalentadora en este complicado momento e implica que “el acceso a la financiación del Estado, que supuestamente avala el 80% de los préstamos, es totalmente inexistente”.
Según Monserrat, “el principal freno que hemos detectado es que los bancos siguen exigiendo avales personales y se ciñen al CIRBE, la central de información de riesgos del Banco de España, como toda referencia para conceder los préstamos solicitados”.
De esta forma, y según la queja por las dificultades de acceso al crédito anunciado “sin una cierta, rápida y directa forma de acceder a líneas de financiación para esta travesía por el desierto en la que se ha convertido nuestra actividad durante la pandemia, lo que se está pidiendo a las empresas, principalmente a las pymes, es que condicionemos los planes de desarrollo futuro para financiar una situación sobrevenida para la que, en teoría, debería haber soluciones sobre la mesa”.
Tona Pou, por su parte, señala que la patronal de las empresas de base tecnológica de las islas ha constatado que “la tecnología es la palanca de cualquier innovación. Ahora tenemos la oportunidad de hacer crecer la economía digital y crear un ecosistema tractor y atractivo”. Pou asegura que “las empresas tecnológicas estamos trabajando duro para salir de esta situación sin perder ni un empleo, y con perspectivas de poner en marcha soluciones para los problemas que han aflorado en esta pandemia”.
Sin embargo, sin entrar en los motivos por los que las entidades bancarias “están haciendo caso omiso de los avales anunciados por el Estado”, el máximo responsable de Turistec considera que, si el panorama respecto al acceso a la financiación no cambia “nos tememos que el mapa de diversidad y capacidad de oferta que hoy en día tenemos en Baleares se verá seriamente mermado, pese a los esfuerzos que estamos haciendo para para salvar la situación de nuestros negocios y los empleos que generamos”.
El sector tecnológico lanza un mensaje de ánimo y posibilidades optimistas si las cosas se hacen bien ahora. El presidente de Gsbit recuerda que “las tecnológicas, aún siendo quizás afortunadas no tanto por lo vivido, sino por lo que vendrá, seremos clave para un cambio hacia lo que llaman nueva normalidad.
Este concepto de "nueva normalidad" traerá tal volumen de cambios, que acelerará lo que habría venido en años venideros. Si CIOs, Directores de IT y otros perfiles técnicos de alta dirección, ya estaban cobrando un alto protagonismo en comités y consejos de administración, el futuro augura de ellos piezas clave en las estrategias de las compañías, así como todas aquellas empresas que orquestamos el ecosistema de proveedores y soluciones digitales. Del talento de nuestros equipos, nacerán las ideas y palancas de cambio para fomentar nuevos escenarios de productividad y oportunidades de negocio para nuestros clientes”.
Xavier March, Monserrat y Pou apuntan que ahora, más que nunca “la tecnología debe estar al servicio de las empresas como motor de cambio”. En ese objetivo, las dos entidades y los ecosistemas empresariales a los que representan han acordado seguir colaborando y aunando esfuerzos para reforzarse en la crisis, cimentando una salida en las mejores condiciones para todos.
