viernes. 19.04.2024

El efecto Pullmantur: posibles consecuencias

Hace dos semanas Pullmantur anunció que presentaría concurso de acreedores.

 

1.- Una aproximación a la compañía.

Para que nos hagamos una idea aproximada de lo que puede suponer, damos algunas cifras. Siempre son aburridas, pero también objetivas y esclarecedoras:

 

Esta sociedad de raíz española ya había dejado de ser propiamente nacional puesto que el 51% de su capital social es de “Cruises Holding SA” (Luxemburgo) y el restante 49% es de “Rcl Holdings Coöpertief, UA” (Holanda), esta última más conocida por su nombre Royal Caribbean.

 

Es otra muestra de la progresiva pérdida de producción nacional en favor de la concentración de capitales. Un tema siempre interesante y sometido a debate, pero que ahora hemos de dejar para otra ocasión.

 

Volviendo a lo que nos ocupa, Pullmantur opera actualmente tres buques: Sovereign (capacidad, 2733 pasajeros); Horizon (capacidad, 1828 pasajeros) y Monarch (capacidad, 2752 pasajeros). Dispuso en su día de otro buque algo menor, el Zenith (capacidad, 1412 pasajeros).

 

Para que nos hagamos una idea de la magnitud de lo que desplaza cada uno de estos barcos, baste pensar que todos superan los 200 metros de eslora y que el indicado número de pasajeros (a los que habrá que sumar la tripulación) supone una población superior a la mayoría de los municipios de nuestras Islas.

 

PULLMANTUR HOLDINGS, SL (España) es la sociedad matriz de la que cuelgan directamente: PULLMANTUR SAU (España) y PULLMANTUR CRUZEIROS DO BRASIL Ltda (Brasil).

 

Y, de PULLMANTUR SAU cuelga PULLMANTUR CRUISES SL (España) que es la sociedad organizadora de viajes mayorista-minorista de la que, a su vez, dependen diversas sociedades con sede en La Valeta (Malta) que son las que operan los buques y excursiones.

 

Además, la compañía tiene oficinas abiertas en Bogotá (Colombia).

 

En 2018 la cifra de negocio por el concepto de venta de cruceros fue de 294 millones de euros para un total de 209 cruceros organizados en ese año.

 

Las ventas de cruceros en España supusieron en 2018 el 54% del total.

 

La compañía tiene aproximadamente (datos de 2018) 4.932 empleados, de los que 371 son de nacionalidad española.

 

Sí, son mayoría los proveedores españoles: 758 en total, que representan el 32% del total de los 2.400 proveedores que en 2018 trabajaron para Pullmantur.

 

Llama la atención -o no- que los impuestos sobre beneficios (no confundir con los recaudados) se pagaban en Colombia (379.537,80 Eu.) y Malta (1.602.535 Eu.), pero nada por este concepto fue tributado en España.

 

2.- Una consideración sobre sus efectos.

 

Resulta evidente que, para el fisco español, las consecuencias son “asumibles” pues ya hemos visto que la tributación era inexistente, aunque no sea desdeñable la pérdida de impuestos recaudados.

 

En primer lugar, como siempre, resulta inevitable que los trabajadores se vayan a ver seriamente afectados.

 

Por otro lado, el problema que vaya a afectar a un número mayor de personas puede ser el que se origine entre los clientes Pullmantur.

 

Y es que, según la OCU, este concurso afectará a unos 150.000 pasajeros y, dado que en este medio se procura dar un servicio público, acompañamos la página de enlace sobre los derechos de los consumidores, aquí.

 

Hemos dejado para el final más cosas tremendamente importantes:

En primer lugar, la cadena de responsabilidades: Nos referimos a la posibilidad de que las reclamaciones de los clientes se dirijan contra las minoristas que comercializaron esos cruceros y que podría suponer un importante “efecto dominó” que dé pie a sucesivos concursos de agencias de viajes, cuya situación -ya mala de por sí debido a la pandemia- se puede ver ahora agravada.

 

Y, en segundo lugar -como siempre-, los acreedores de Pullmantur. Ya hemos visto antes que 758 proveedores de un total de 2.400 son españoles. Esperemos que la exposición al riesgo en la mayoría de los casos sea baja pues, de no ser así, se va a producir ese mismo “efecto dominó” respecto de empresarios que, pese a su diligencia, van a tener que presentar su concurso a causa del impago, amén de las circunstancias concurrentes.

 

Concluimos indicando que, pese al anuncio de concurso, lo cierto es que, a día de hoy, no ha sido aún declarado y por tanto no sabemos en qué términos se vayan a suceder los acontecimientos ni si se ha presentado en España o en otro país ¿Malta? o incluso si se presentarán simultánea o acumuladamente varios concursos.

 

Por desgracia, de lo que sí estamos seguros es de que este concurso -quizá el primero de entre los grandes del sector del turismo que ahora se sucederán indefectiblemente- va a tener importantes consecuencias económicas.

 

Dicho esto, no olviden que a cada crisis y fracaso sigue una oportunidad de negocio o, al menos, una posibilidad de hacer las cosas mejor. ¿Acaso no es cierto que puede que Pullmantur salga reforzada del concurso? ¿o, que si deja un hueco, pueda venir otro operador de cruceros más capacitado? Es el ciclo de la vida ... y de la economía. Cuesta lo mismo, seamos optimistas.

       

El efecto Pullmantur: posibles consecuencias
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