Cobrar por el equipaje de mano en los vuelos de aerolíneas y los pagos a propietarios fuera de las plataformas oficiales en alquileres vacacionales son algunas de las prácticas más abusivas sufridas en verano por los consumidores financieros, según la Asociación de Usuarios Financieros (ASUFIN).
Las aerolíneas "no podrán cobrar al cliente" por su equipaje de mano mientras cumpla con la normativa. Si esta situación se produjera, ASUFIN recomienda guardar los recibos para poder reclamar en el caso de que el consumidor se hubiese visto obligado al pago.
Además, respecto a las cancelaciones y las demoras en los vuelos, el consumidor financiero puede tener derecho al reembolso del billete, el traslado en el transporte alternativo más rápido posible al destino o, incluso, reclamar una compensación adicional.
Esa compensación extra, según el informe, oscila entre 250 euros y 600 euros dependiendo de los kilómetros que medien entre el lugar de la salida y el destino.
El alquiler vacacional también puede convertirse en otro foco de abusos, en el que prácticas como la petición de pagos fuera de las plataformas utilizadas o fotografías falsas expuestas sobre los destinos vacacionales son comunes.
Ante estas situaciones, ASUFIN insta a desconfiar de este tipo de propietarios de viviendas y recomienda confeccionar un inventario al llegar a la vivienda y comprobar el estado de los muebles.
En hostelería, las prácticas más abusivas a las que prestar atención son no conocer de antemano todos los cargos que vendrán reflejados en el tique final, el cobro de suplementos que no consten debidamente en la carta o reservar en un local con el importe de un pago previo que debería ser descontado en la factura final.
Respecto a los pagos con tarjeta de crédito y débito, el establecimiento puede exigir al consumidor un importe mínimo, pero esta exigencia estará ajustada a derecho siempre y cuando ese importe se indique "de forma adecuada" para que el consumidor pueda tener conocimiento de ello.
En este sentido, la Asociación de Usuarios subraya que los establecimientos "no están obligados a aceptar" las tarjetas de crédito como método de pago, mientras que el pago en efectivo es obligatorio por ley.
Esta asociación recuerda que por ley y en cada establecimiento el consumidor puede siempre pedir una hoja de reclamaciones como primer paso para poder emprender otro tipo de acciones posteriores ante las administraciones de consumo competentes.
