sábado. 27.04.2024

En un contexto generalizado de carencia de lluvias, de aumento de la demanda y de posibles restricciones, la tecnología aplicada al ciclo del agua permite actuar, tanto desde la reducción de la demanda como desde la gestión de la oferta.

Actualmente los escapes de agua a través de las canalizaciones representan un 25% y solo se está utilizando el 31% de la capacidad de las desaladoras.

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Si se aprovechara toda el agua de la cual disponemos - ya sea extraída o producida- y la calidad del agua proporcionada fuera óptima, no serían necesarias las restricciones, no se perdería agua de rechazo y mejoraría la capacidad de los acuíferos se defiende desde el clúster.



Es por eso que lo CLIQIB pide más inversión y apoyo público en la innovación del ciclo del agua y hace un llamamiento a las empresas turísticas a trabajar con los profesionales de la industria para mejorar sus instalaciones.

El agua que consumimos

La mayoría del agua que aprovisiona las Baleares proviene de los acuíferos (un 76,1%), seguido de las depuradoras (un 13,5%), de las desaladoras (un 7,2%) y de los embalses (3,2%).


El principal consumidor es el urbano, que representa el 54%, seguido del sector agrario (22%), de las viviendas aisladas (14%), campos de golf (4%), sector industrial (3%) y riegos de parque y jardines (3%).

 

Son las piscinas un problema?
En algunas zonas se han empezado a poner restricciones al uso de las piscinas. En las Baleares hay más de 72.000 piscinas particulares y más de 3.700 de públicas, de las cuales unas 2.100 son turísticas. El consumo de agua de piscinas representa menos del 0,5% del total suministrado, mientras que el turismo supone solo el 12,7% del total suministrado y aproximadamente el 25% del consumo urbano.


Las piscinas son unas de las instalaciones más eficientes en términos de ahorro de agua, puesto que cuentan con un circuito cerrado donde el agua recircula para limpiarse, lo cual permite que se pueda mantener durante largos periodos de tiempos. La renovación de agua a las piscinas turísticas es de menos de 1 hm³ por temporada, una cifra que se puede reducir si se aplican soluciones a la evaporación y a la limpieza de filtros, entre otros. Es por eso que CLIQIB se hace un llamamiento "a las empresas turísticas, a los particulares y a las administraciones públicas a mejorar sus instalaciones para aumentar la eficiencia en el ciclo del agua".


En el mismo sentido, el CLIQIB pide en Gobierno, consejos y ayuntamientos, implicados en el ciclo del agua "tomar decisiones basadas en datos reales. Las piscinas consumen muy poca agua y y prohibir el uso y restringirlo no tendrà efectos positivos significativos".


 

¿Como consumimos el agua en Baleares?