sábado. 27.04.2024

Hace pocos días que el emblemático Cap Vermell Grand Hotel, abrió de nuevo las puertas enfocando una nueva temporada con grandes esperanzas orientadas al sector del lujo. Hoy conversamos con su CEO, Toni Mir, acerca del presente y el futuro del sector premium en Mallorca

-¿En que momento se encuentra el turismo de lujo en Mallorca?

-Me gustaría reivindicar que este segmento de turismo genera muchos valores añadidos a la isla. Para empezar, no contribuye a la masificación. Además, implica inversiones potentes por parte de las empresas que se hacen con mucho cuidado con el entorno. Estos hoteles apuestan claramente por reducir la huella de carbono y están muy implicados en contribuir a la economía local.

Nuestros clientes gastan muchísimo más que un turista al uso, se interesan por el destino, buscan la gastronomía, la cultura y el patrimonio y ayudan a distribuir la riqueza mucho más.

Es un segmento, el del lujo, que se encuentra en Mallorca en plena expansión y con capacidad de seguir creciendo. Nosotros fuimos vanguardia y pioneros en su momento y detrás han venido marcas muy potentes como Four Seasons, Mandarín Oriental o Virgin que ni la isla podía soñar con tener hace solo unos años. Modestamente, creo que desde Cap Vermell hemos contribuido bastante a que esto sucediese.

En Mallorca ahora estamos bien posicionados y muy cerca de estar en la vanguardia de este tipo de turismo.

-¿Qué nos falta para consolidar esta posición?

-Pues que dependemos completamente de una conectividad aérea que no es la mejor. No se trabaja todo el año en turismo por falta de aviones. Pasamos de tener un aeropuerto infrautilizado a tener uno casi saturado. Tengo que decir que nuestro aeropuerto es uno de los más eficientes que conozco. Si no tenemos conectividad en invierno perdemos muchas oportunidades.

Viendo la situación geopolítica europea actual creo que es necesario que llamemos la atención y que nos movamos para que las autoridades tengan en cuenta que debemos ser proactivas buscando nuevos mercados. Dependemos sobre todo del comportamiento de Alemania y del Reino Unido, pero, qué pasa si fallan estos mercados. Hay que diversificar y tener un plan B.

Mi apuesta sería mirar hacia medio y lejano Oriente a través de un carrier con alguna de las grandes líneas aéreas de la zona como Etihad, Qatar o Emirates. Si conseguimos vuelos directos con una cierta frecuencia desde esta zona hasta Mallorca atraeríamos un mercado de calidad importante desde China, Malasia o la India por ejemplo.

La desestacionalización, por la que llevamos luchando tantos años, dejaría de ser un concepto etéreo si tuviéramos conectividad. Desestacionalizar Mallorca pasa por mejorar la conectividad aérea.

 

-¿Sería hacer algo similar al planteamiento de conectividad con los Estados Unidos?

-Efectivamente. La demanda desde Estados Unidos es altísima. Es una apuesta que está funcionando. Los aviones se llenan y llega un turista que nosotros también recibimos que gasta mucho y exige un alto nivel de calidad. Ansía cultura, gastronomía y se interesa por el destino de forma real.

Mi reflexión es que tenemos que hacer las cosas diferentes a como lo hemos hecho hasta ahora para obtener resultados diferentes. Desde la empresa privada podemos alzar la voz y pedir ayuda, pero al final quienes toman las decisiones son las administraciones, tanto la autonómica como la central.
 

-En cuanto a los mercados. ¿Qué mercados emisores son los que tienen más peso?

-Reino Unido y el mercado alemán son los dos pilares. Tenemos que atender que en el alemán entran Suiza y Austria para nosotros. El tercer mercado en importancia es el surcoreano, y como cuarto ya se sitúa el norteamericano. Después ya vemos una atomización europea con paises como Francia, Bélgica u Holanda a la vez que vemos crecer poco a poco los clientes de Próximo Oriente como Arabia o Qatar y ya llegan algunos indios
 

-Con un horizonte positivo como el que manejamos de cara a esta temporada se le ve muy preocupado...

-Yo estoy hablando de nuestro destino a medio plazo. Me llama poderosamente la atención de que con la actual situación geopolítica en Europa y con el estancamiento económico de Alemania no haya un debate serio en Mallorca sobre que hacer de cara al futuro

Es cierto que veo la situación complicada. Veo a Europa en un futuro como un gran parque temático para americanos y chinos. No tendremos tejido productivo y no nos quedará otra que volcarnos en los servicios dependiendo para muchas cosas del resto del mundo como vimos durante la pandemia.

En cuanto a la actual temporada, creo que superaremos al fin los datos de 2019 en todos los indicadores. Todo ello siempre y cuando no haya un resentimiento de la economía familiar alemana y no haya cambios en cuanto a la voluntad de las familias de contratar vacaciones.

"En cuanto a la actual temporada, creo que superaremos al fin los datos de 2019 en todos los indicadores"

-Ahora que habla de esta preocupación ¿No cree que ha habido un cambio de mentalidad en cuanto al turismo después de la pandemia dando más prioridad a vivir experiencias?

-La gente ahora mismo da preferencia al hecho de vivir y de disfrutar de los momentos antes que pensar en el futuro. El vivir el momento. Esto ya ha pasado con cada momento luctuoso en la historia del mundo.

Lo peor de la pandemia es que nos encerraron en casa y para mucha gente como yo, esto nos secó a nivel emocional y mental y nos tocó mucho. Yo creo que esta necesidad de experimentar y disfrutar existe, pero no sé hasta qué punto podrá convivir con la realidad económica que tiene que afrontar un turista alemán a la hora de programar sus vacaciones.

-Pero siempre se ha dicho que al turista de lujo es al que menos afectan las crisis económicas...

-El sector del lujo es más resiliente que el sector mass tourism. Es cierto. Lógicamente, estamos hablando de personas con una capacidad adquisitiva mucho más alta que la media. No olvidemos tampoco que estas personas tienen unos ingresos y si ven que estos bajan también aplican recortes y el sector del lujo no vive aislado de estas circunstancias.

La gran ventaja ahora mismo que tenemos en Mallorca para ser fuertes es que además de nuestra marca tenemos buenas infraestructuras, una oferta variada y de calidad y somos un destino muy seguro.

"Reivindico nuestro compromiso por luchar por la tercera estrella Michelín para Voro"

-Cap Vermell ha emprendido una apuesta por generar valor añadido con la gastronomía o este año con eventos deportivos. ¿Es este el camino para atraer más turismo Premium?

-Nuestro segmento busca experiencias y los pop ups que realizamos con Roka o The Crossing buscan precisamente como hacer que nuestros clientes dendro del mismo espacio del hotel puedan vivir diferentes experiencias. El modo de disfrutar de las vacaciones ha cambiado y hemos pasado de estancias más largas a otras más cortas pero que se repiten en el tiempo. Estas experiencias quieren sorprender al cliente en cada momento. Lo que buscamos es dar proyección internacional a la marca Mallorca y a la marca Cap Vermell.

Quiero aprovechar para reivindicar también el compromiso que toda la familia del hotel hemos asumido por intentar conquistar la tercera estrella Michelín con Voro. Esto sería un hito histórico para Baleares. Mi proyecto inicial era tener un restaurante con 2 estrellas y lo conseguimos en 2021. El chef Álvaro Salazar me ha transmitido que se siente con confianza de conseguir el objetivo. Seguramente no conseguiremos la tercera estrella este año, pero estaremos en disposición de luchar plenamente por ella el próximo.

-¿Hasta qué punto engancha a nivel local esta apuesta gastronómica?

-Yo estoy muy orgulloso de haber conseguido romper una barrera mental que teníamos los mallorquines que es la de ir a comer o cenar a un hotel. Cuando viajo por el mundo si busco un buen restaurante normalmente está en un hotel y esto se ha contagiado en Mallorca.

Toni Mir: "Desestacionalizar Mallorca pasa por mejorar la conectividad aérea"