jueves. 25.04.2024

 

La empresa alicantina Greene Waste to Energy ha desarrollado una tecnología propia para la eliminación de lodos de depuradoras a través de la gasificación. El valor de este proceso reside en la eliminación de los residuos sólidos hasta en un 90%, y que da salida al 10% que se genera con las diversas operaciones de revalorización.

 

Según explica Jesús Martínez, Director Comercial de la empresa, “con la tecnología que desarrollamos en España desde nuestra empresa, podemos solucionar el problema que sufren Ibiza y Formentera en cuanto a la gestión de los lodos de la diferentes estaciones depuradoras. Nuestra tecnología convierte esos residuos en energía, evitando los costes de su traslado a otros puntos del archipiélago o a la península, además de que la ceniza generada puede usarse como material para obra civil”.

 

La propuesta de Greene es respetuosa con las directrices de la Unión Europea que marcan el principio de las cuatro R: reciclar, reducción, reutilización y revalorización energética, y permite trabajar bajo el entorno de los conceptos de economía circular. Esto se logra gracias a un pionero proceso de gasificación con el que los lodos de las depuradoras, la basura diaria, residuos industriales o de la agricultura, se convierten en energía aprovechable en forma de calor y de electricidad. El proceso de gasificación de Greene está protegido mediante patente mundial y por cada kilo de residuo que procesa obtiene aproximadamente 1 kilovatio de energía eléctrica y más de 1,5 kilovatios de energía térmica.

 

Para hacer frente este problema, Greene ha desarrollado una nueva tecnología que permite la reducción de hasta el 90% de los residuos sólidos urbanos (RSU), logra la generación de energía eléctrica y, como resultado del proceso de gasificación que realiza, produce una ceniza inerte que se puede aplicar en diversos usos en obra civil. En la gasificación, la energía de la materia orgánica se convierte en un gas que puede utilizarse como combustible para la obtención de energía en motores, turbinas de gas o calderas. Las cenizas pueden usarse como material de construcción, fertilizante, o en la fabricación de vidrio.

 

La planta de gasificación diseñada por la empresa ilicitana se puede aplicar a pequeña escala puesto que es rentable a partir de pequeñas estaciones (entre 0,5 y 5 MWe). De hecho, la empresa ya ha presentado varios proyectos para poner en marcha esta tecnología en países como Croacia, Chile, México o Irán.

 

“Entendemos que en pleno siglo XXI, la sociedad debe tratar de manera diferente los residuos – en todos sus formatos –  porque no podemos seguir aplicando técnicas del siglo anterior. Los vertederos y el entierro de basuras no son la solución a un problema que irá en aumento”, ha comentado Martínez.

 

Greene es una empresa que nace en 2011 de la iniciativa de cuatro emprendedores de Elche, químicos, y que en la actualidad cuenta con 20 empleados y el respaldo de un inversor privado de la Comunidad Valenciana. La empresa ofrece al mercado una tecnología madura, eficiente, a costes de inversión muy competitivos y que da respuesta a las necesidades de ayuntamientos, gestores de residuos, explotaciones agrícolas y otras industrias con consumos energéticos (calor y electricidad) elevados que quieren reducir la dependencia del petróleo y sus derivados.

 

Una tecnología alicantina permitiría eliminar los lodos de las depuradoras de Baleares...