El Brandy se ha etiquetado en los últimos tiempos como un producto de lujo muy orientado a personas de una cierta edad y poder adquisitivo. Nada más lejos de la realidad. Al menos esto es lo que se ha empeñado en demostrar Bodegas Suau con su club particular del cual forman parte ya 450 personas aficionadas a este licor.
Suau ha celebrado en sus instalaciones la fiesta anual que reúne a los miembros del club que pasan a retirar algunas botellas de su particular colección privada.
Todos los miembros del club tienen a su nombre una barrica de 32 litros que se rellena anualmente con Brandy de 15 años y que se vacia en una parte hasta un número máximo de 8 botellas anuales. Después el resto de la barrica se vuelve a llenar de forma que año tras año se consigue un licor de mejor calidad.
El proceso de embotellado y etiquetado se realiza manualmente con el número de la barrica, con el nombre del propietario, y la fecha de embotellado. El coste de estas botellas se debe al proceso del embotellamiento, al impuesto que grava a los alcoholes y la cantidad de alcohol con que nosotros rellenamos la bota.
En estos momentos todas las barricas estan ocupadas y hay lista de espera para hacerse con una de ellas. De hecho entre los socios hay nombres conocidos e incluso algunos chefs que los utilizan en sus restaurantes.
David Álvarez, director comercial de Suau, ha explicado que "el brandy no tiene edad ni sexo ni condición económica. Es un producto con un perfil de cliente cada vez más amplio. Tenemos hasta un 25% de los socios extranjeros incluso muchos de ellos residentes fuera de Mallorca pero que quieren su brandy personal".
Álvarez ha anunciado también la puesta en marcha de un club similar dedicado al ron una vez se ponga a la venta la primera producción después de décadas en septiembre del próximo año.
