El Gobierno central mantiene activadas una serie de ayudas para que autónomos y pymes contraten a jóvenes. Para ello, los seleccionados deberán tener menos de 30 años o menos de 35 si tiene reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33%.
Estos contratos tienen unas características concretas, como son su duración indefinida, que la jornada de trabajo podrá ser tanto a tiempo completo como a tiempo parcial y que deberá formalizarse por escrito en el modelo que ambas partes establezcan.
Asimismo, se establecen una serie de requisitos a cumplir por parte de las empresas interesadas. Las mismas, en primer lugar, han de contar con una plantilla igual o inferior a nueve trabajadores y no haber presentado un vínculo laboral anterior con el trabajador.
De igual modo, se establece que los negocios beneficiados no tienen que haber optado, en los seis meses anteriores a la celebración del contrato, de decisiones extintivas improcedentes. Tampoco podrán haber celebrado con anterioridad otro contrato con estas características, salvo que este se extinguiese por causa no imputable al empresario o por resolución durante el periodo de prueba.
En paralelo, la normativa señala que debe mantenerse en el empleo al trabajador contratado al menos dieciocho meses desde la fecha de inicio de la relación laboral, salvo que el contrato se extinga por causa no imputable al empresario o por resolución durante el periodo de prueba.
A su vez, ha de mantenerse el nivel de empleo alcanzado con el contrato durante año desde su celebración. En caso de in cumplimiento, se deberá proceder al reintegro de los incentivos. En este sentido, no se considera incumplida la obligación de mantenimiento del empleo cuando el contrato se extinga por causas objetivas o por despido disciplinario cuando uno u otro sea declarado o reconocido procedente.
