Por todas y cada una de las mujeres asesinadas en lo que llevamos de año, a manos de hombres que se creyeron superiores.
Por todas las que sufren discriminación y vejación, todos los días y en cualquier lugar del mundo, por ser mujeres.
Por Berta Cáceres, asesinada hace un año en Honduras, activista defensora los derechos indígenas frente a multinacionales y oligarcas destructores de la madre tierra.
Por las que limpian los hoteles, las kellys, que empiezan a hacerse visibles, y por todas aquellas trabajadoras precarias de nuestra tierra, como las de las subcontratas de limpieza, que todavía no lo son.
Por las trabajadoras de cualquier condición, que siguen cobrando menos y trabajando más, por ser mujeres.
Por todas las que habéis compensado con vuestros cuidados y vuestra dedicación los recortes en aquello que llamábamos "estado del bienestar".
Por mis compañeras en política, de todas las opciones, porque para ellas estar en política es mucho más duro que para nosotros los machos alfa o beta de la política.
Por las que os sentís insultadas con los estereotipos sexistas voceados por los medios de comunicación, y por los sutiles micromachismos de la vida cotidiana.
Por todas las maestras que me enseñaron que lo importante en la vida no era ser un machote.
Por todas las que todavía están aprendiendo a ser mujeres, y por todos los que están aprendiendo a ser hombres, para que unas y otras se hagan personas e iguales, y no admitan forma alguna de discriminación ni opresión, empezando por las de género.
Por todas las mujeres que han sido borradas de la historia, pero sin las cuales hoy no estaríamos aquí.
Por todas, para todas.
