viernes. 19.04.2024

Obviedades femeninas

/img/periodico/img_16133.jpg

Estas van a ser unas líneas repletas de obviedades desmesuradamente ciertas, intencionadamente ocultas y que nos asaltan, nos sorprenden, nos indignan casi una vez al año. Obviamente hoy no es el Día de la Mujer, antes trabajadora ahora mujer a secas. Sea como sea resulta obvio y a la vez triste la necesidad de disponer de un día para reivindicar el papel que le corresponde a la mujer en nuestra sociedad. Por este motivo quiero salirme del guión y animaros a indignaros los restantes 364 días del año. Puede que así algo más arreglemos.



Y es que hay muchas obviedades pendientes de reparación. Para empezar el salario. Es obvio que las mujeres cobran menos por hacer lo mismo. Si, también es injusto, indignante, repulsivo... Cada año llegan los mismos titulares obvios. Me gustaría que finalmente desapareciese esta obviedad socialmente aceptada y tuviese que escribir, al fin, algo así como que: hombres y mujeres ya tienen equiparados sus salarios en el mercado laboral.



En fin, vayamos con más obviedades. El de la demostración de capacidades. ¿Qué cual es? Me explico. Cualquier mujer tiene que demostrar mucho más, de entrada en un puesto de trabajo para ser respetada, para ser tenida en cuenta y aún más para ser ascendida. Cuesta y mucho ver a directivas y responsables en altas esferas empresariales. Si, ya sé. Hay muchas más que hace unos años pero bueno, para mi que nos queda una eternidad.



Continuemos en el camino de la obviedad. Vivimos aún en una sociedad machista en cuanto al concepto de familia. El desarrollo personal y profesional de una mujer se ve frenado desde el momento en que decide tener descendencia. En estas latitudes vamos muy atrasados en aquello denominado conciliación familiar. Aún llevamos peor el cambio de roles entre sexos que otras sociedades europeas tienen asumido. Ello significa que en un momento dado el hombre puede tener que asumir el peso de la organización familiar si la mujer tiene una responsabilidad más alta y más exigencias en el plano laboral.



Obviedades hay muchas más como el de juzgar a las personas por su sexo y no por su vocación. A muchos aún les cuesta asumir la imagen de una mujer arbitrando partidos de fútbol, escalando grados en la carrera militar y dirigiendo a soldados, dirigiendo el tráfico ....



Cuando dejemos realmente de lado las obviedades, las marginemos y las olvidemos seguramente podremos construir esa sociedad tan moderna y avanzada de la que nos enorgullecemos pero en la que vivimos muchísimas contradicciones como la de reclamar un día para prestar atención a las reivindicaciones de más de la mitad de la población mundial. Ahí queda eso, por obvio que resulte.

Obviedades femeninas