viernes. 19.04.2024

En pleno debate sobre la conveniencia de prohibir o no el uso vacacional en edificios plurifamiliares existe otra realidad de este tipo de alquiler más allá sobre todo de Palma y de los núcleos costeros. En estos momentos en Mallorca casi el 38% de la oferta vacacional existente se centra en construcciones ubicadas en suelo rústico.

 

Ello implica que casi 45.500 plazas vacacionales se ubican fuera de suelo urbano en Mallorca. Esto incluye tanto las plazas legales como la oferta ilegal. Se estima que en Mallorca existen unas 123.000 plazas vacacionales en total. Así lo indica el estudio elaborado para el Consell de Mallorca por un equipo de técnicos que elaboran el futuro plan de intervención en ámbitos turísticos de la Isla (PIAT).

 

De hecho buena parte del crecimiento del sector en su tramo de clientes de mayor poder adquisitivo se ha centrado en este terreno. Además desde el Consell de Mallorca ya se ha alertado que buena parte de las infracciones existentes en suelo rústico vienen motivadas por la voluntad de los propietarios de reutilizar estas construcciones para alquiler vacacional, aunque no tengan licencia.

 

Con la nueva ley que regula el alquiler turístico el Govern y los Consells esperan poner coto a este fenómeno. Y es que los propietarios que vulneren la legalidad no solo deberán hacer frente a las sanciones urbanísticas sino también a los 40.000 euros de multa que implicará comercializar una vivienda como vacacional sin tener los permisos oportunos.

 

Además la nueva ley que ha aprobado el Govern para enviar al Parlament deja bien clara la imposibilidad de cualquier nuevo uso vacacional en suelo rústic protegido. Esto ya salvaguarda a casi la mitad de la extensión de Mallorca que tiene algún tipo de protección.

 

Además la ley deja muy claro que no se podrá comercializar ninguna propiedad sobre la que pesen infracciones urbanísticas graves o muy graves haste que se haya preservado la legalidad.

 

Lo cierto es que el fenómeno vacacional en Mallorca, más allá de Palma o las zonas turísticas se ha centrado mayoritariamente en suelo rústico generando una presión añadida a estos espacios. De hecho hay comarcas de la Isla donde es mayoritario el uso de rústico. En el Pla se llega al 80% de la oferta, en la Serra al 70% y en el Raiguer se supera el 60%.

 

En todas estas comarcas junto a las más urbanas como Palma, Andratx y Calviá o Llucmajor deberán esperar ahora a la definición de los criterios que el Consell o el Ajuntament de Palma en su caso deberán establecer para regular este uso.

El suelo rústico de Mallorca soporta más de 46.000 plazas de alquiler vacacional