martes. 23.04.2024

Lepen, Macron y la Europa del mal menor

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Ha ganado Macron, però ¿ha perdido Le Pen? Me temo que no, que quien ha perdido es la izquierda en su conjunto. Ya había perdido antes, cuando el primer ministro Valls asumió parte del programa del Frente Nacional con la misma excusa: que Le Pen no avanzase posiciones. He aquí el problema: Le Pen no necesita ganar para que sus posiciones ganen, y Macron desde su imposible "centro" será incapaz de escapar a esa dinámica. Dicho esto, mejor Macron como mal menor que Le Pen, que la reacción "sin complejos"... Mejor que el fascismo, la opción del mal menor, porque nunca "cuanto peor, mejor", pero ¿y ahora qué?

 

Y he aquí el problema de las izquierdas, que ni tan solo han conseguido ser percibidas como alternativa en la primera vuelta, y por tanto no han sido tampoco opción para nadie en la segunda. El avance de la reacción en toda Europa -Francia no es una excepción, solo un escaparate mucho más visible que el de otros países centroeuropeos, y más evidente que el Brexit- debería suponer un revulsivo para unas desconcertadas izquierdas que como también sucede en España, siguen peleando entre ellas. Y siguen peleando sin reflexionar que si no es desde la unión, seguirán sin ser alternativa por mucho olor a podrido que desprenda Rajoy. Por cierto: Rajoy tiene un menor porcentaje de votos que Le Pen, y ahí lo tienen.

 

Cuando me refiero a unión de las izquierdas, no me refiero a uniones artificiales por puro poder o interés electoral. Está claro que si el discurso de Le Pen es hegemónico, tenemos un problema social que va mucho más allá del mercado de votos y las opciones electorales. El discurso antieuropeo seguirá triunfando si no somos capaces de plantear una economía del bien común frente a las recetas de la troika. O la xenofobia, mientras se perciba que las políticas no son iguales para todos, y que el enemigo son los poderes financieros y las oligarquías, y no las personas refugiadas.

 

Por eso se trata de plantear una unidad basada en la solidaridad y la cooperación más allá de los partidos, desde abajo pero también desde arriba, involucrando a entidades y organizaciones que compartan los valores humanistas y a la vez revolucionarios de libertad, igualdad y fraternidad. Que permita ganar elecciones pero sobre todo generar procesos sociales de cambio y esperanza para la mayoría de las gentes y los pueblos de Europa.

 

Mientras tanto, deberemos conformarnos con la Europa del mal menor. Pero el mal menor nunca será excusa para que no hagamos todo lo que esté en nuestras manos por superarla, y echarnos en cara quién tiene más culpa de ello.

Lepen, Macron y la Europa del mal menor
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