viernes. 26.04.2024

No queremos ser empresarios

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Dos titulares relacionados; el primero es "Solo uno de cada diez jóvenes estudiantes en España considera la posibilidad de crear una empresa propia". Ahí va el segundo: "La mayoría de los estudiantes prefieren trabajar en una gran empresa o como funcionarios".



Hace solo 24 horas publicamos esta noticia. Tal vez por ser fin de semana pasó relativamente desapercibida pero a mí me escandalizó en letras mayúsculas. Vivimos en un país de grandes contradicciones. Una de ellas es la de tener grandes empresas y empresarios conocidos mundialmente pero a la vez ser uno de los lugares de la tierra en donde menos cultura empresarial hay y donde menos se potencia el emprendimiento.



No me interpreten mal. Sé que hay mucho autónomo, muchas personas luchando por su pequeña empresa, muchas de lo que ahora llamamos Startups. Tenemos mucho valiente, mucho innovador, muchas personas con ansias de trazarse un camino propio sin depender de terceros.



Efectivamente. Todo esto lo pongo en valor. Vaya mi reconocimiento personal a todos ellos por que la cosa no está fácil. Vivimos en un país que castiga al autónomo, que en lugar de ponerle una alfombra roja, entre comillas, pone problemas, trámites, burocracia y muchos impuestos. Acicates para emprender no hay muchos, más allá del propio convencimiento personal.



Por mucho pequeño empresario que haya estamos a años luz de lo que pasa en otros países. Aunque a muchos no les guste el modelo americano, por que efectivamente tiene sus pros y contras, lo cierto es que en el país que tiene a Trump de presidente también ha visto triunfar a los Gates, Jobs, Zuckerberg y compañía. ¿Por algo será?



Pues para empezar por que existe espíritu emprendedor y el conformismo de acceder a una plaza pública de trabajo para tener asegurado el plan para toda la vida no es un estímulo para la mayoría. Como tampoco no gusta el hecho de tener que trabajar para otros.



Aún nos queda mucho camino por realizar si queremos ser una potencia empresarial real. Si queremos ser realmente innovadores. Si queremos dejar de lado el inconformismo y aspirar a más hay que fomentar la emprendeduría desde la educación, en las escuelas, los institutos, la universidad. La gente joven tiene que ver lo de crear una empresa como una opción real de futuro y no como el último cartucho para sobrevivir como está pasando en muchos casos.



Eso si, también necesitamos a funcionarios eficaces, bien formados y con ganas de trabajar. También necesitamos profesionales liberales, técnicos y asalalariados que quieran ser buenos en su parcela y colaboren a hacer más grande la empresa en la que trabajan.



Todos somos corresponsables de hacer avanzar nuestra sociedad y hacer crecer nuestra clase empresarial es conseguir también una economía y una sociedad más fuertes.

No queremos ser empresarios