Hace ahora pocos días asistí a un debate en el que todos los partidos políticos con representación en el Ayuntamiento de Inca tenían que contarnos a todos los presentes cuales serían las repercusiones económicas que tendría para la ciudad la construcción de la Ronda Norte.
Puse mis expectativas altas y toda la confianza del mundo en que nuestros representantes políticos nos dieran respuestas convincentes. La verdad es que me conformaba con que nos dieran argumentos de peso que demostraran que, cuando se piensa y se planifica una gran infraestructura se tiene en cuenta sus consecuencias para el comercio o para la economía en general de una ciudad.
Mi decepción fue mayúscula. Hubo mucha buena voluntad, muchas palabras bonitas como consenso o diálogo pero cero puntos de encuentro y lo peor es que no se habló de los protagonistas que eran los comerciantes y los empresarios.
Me preocupa y mucho que nuestros representantes políticos no sean capaces de pactar en casos como este. Me preocupa aún más que demuestren estar a años luz de la ciudadanía y se preocupen más de defender sus ideas que de bajar a nivel de calle y comprobar que piensa la gente de verdad.
Me preocupa que cuando un político se encuentra entre la espada y la pared, incapaz de decidir, se invoque al pueblo para que diga lo que se debe hacer. Esta es la impresión que existe en Inca con la ronda norte.
Ahora se quiere hacer una consulta popular con la ciudadanía. Pues lo de practicar la transparencia y la política participativa esta muy bién. De hecho está de moda y bien visto. Por otro lado pienso que los ciudadanos elegimos a nuestros representantes para que sean valientes y apliquen sus programas electorales. Para que tengan visión de futuro.
Hagamos una analogía. Pensad en una empresa en la que el propietario, que es el que tiene la responsabilidad de dirigirla pidiese la opinión de los trabajadores cada vez que tienen dudas o no lo ve claro. ¿Y si la decisión es equivoca, quien sería el responsable? Quien lidera, debe tomar decisiones, y ser responsable de ellas.
