No es difícil encontrar alguna noticia a diario en cualquier medio de comunicación relacionada con la movilidad eléctrica. Está muy claro que, en un horizonte no muy lejano, todos los coches serán eléctricos.
Pero nosotros, nuestras islas, ¿están haciendo todo lo posible para ser un ejemplo a nivel europeo y ser capaces de liderar este proceso? Lo tenemos todo para llegar a ser el reflejo de otras ciudades y nos llenamos la boca de querer hacer un turismo sostenible en todas las extensiones.
A veces, intervenciones precursoras llevan un riesgo de implantación, pero si las actuaciones se elaboran con un gran plan estratégico y una contribución pública-privada, seguro de que el éxito está más asegurado que si se hacen actuaciones solo públicas.
Es difícil poder dar una explicación al hecho de que otras ciudades europeas sin las condiciones tan favorables que tenemos nosotros, estén implantado la movilidad eléctrica de una manera muy diferenciadora. Estas ciudades simplemente lo que reflejan es más iniciativa, propulsadas con cambios tecnológicos y una visión de futuro más sostenible.
Por otra parte, hay que decir que las iniciativas que se tienen desde la Dirección General de Energía son muy positivas y en pro al desarrollo de la movilidad eléctrica, pero se necesitan acciones más tajantes si queremos abanderar este gran cambio ya que lo único que conseguiremos con él será bienestar e innovación
