jueves. 28.03.2024

El Banco Santander prepara una ampliación de capital de 5.000 millones de euros para hacer frente a la posible compra del Banco Popular, cantidad que supera con creces los 1.334,6 millones de capitalización con los que cerró ayer la sesión bursátil.


Por ello, la entidad que preside Ana Botín ofrecería una prima a los accionistas y reservaría una buena parte para asumir las cuantiosas provisiones que el Banco Popular necesita para sanear su exposición al ladrillo.



Las mismas fuentes han indicado que el Santander podría estar reservando fondos ante los posibles litigios de accionistas que acudieron a la macroampliación del verano de 2016, con la que el Popular captó 2.500 millones.



Con la operación, el Santander alcanzaría un volumen de activos próximo a los 471.000 millones de euros y arrebataría a Caixabank el liderazgo en España.



Ana Botín siempre admiró el negocio de pymes del Banco Popular y consideró que la compra de esa entidad podía ser una buena oportunidad para el Santander, según fuentes financieras.



De llegar a buen puerto, se trataría de la primera operación corporativa de Ana Botín desde su llegada a la presidencia del Banco Santander en 2014 y una apuesta por España, después de que Brasil y Reino Unido se convirtieran en los motores del grupo



El Banco Santander, junto a BBVA y Bankia, estaba interesado en el Popular, por lo que su apuesta por la entidad no sorprende al mercado.



Además, el grupo que preside Ana Botín cuenta con el respaldo de los inversores para llevar a cabo una ampliación de capital de este volumen, a pesar de que hace apenas dos años ya captó 7.500 millones.



A pesar de su exposición inmobiliaria, con más de 40.000 activos valorados en unos 38.000 millones por retasar, el negocio minorista del Popular, centrado en las pymes y en el que cuenta con una cota de mercado del 17 %, siempre ha sido muy valorado por el resto de sus competidores.



Cabe recordar que el negocio puramente bancario de Popular generaba hasta hace muy poco unos 1.000 millones de euros.



En el mercado se daba por hecho que solo una gran entidad española tenía capacidad de apostar fuerte por el Banco Popular dada su alta exposición al ladrillo y necesidad de provisiones.



No obstante, la compra por parte de una entidad española, aunque llevará aparejado ajustes de plantilla y sucursales, permitirá importantes sinergias y la generación de créditos fiscales que hagan más fácil la operación.


 

Santander planea la compra del Banco Popular