viernes. 26.04.2024

Banco Popular: la concentración de capital continua

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Cuando estalló hace unos años la burbuja inmobiliaria en la que bancos y cajas eran actor de primer orden, el Banco Popular se presentó como una de las opciones más solventes frente al resto de entidades financieras, casi con la excusa de la rectitud cristiana -por la vinculación de sus directivos y accionistas al Opus Dei- que lo habría dejado libre de excesos.

 

No fue así, porque en estos años, el gobierno de España y el eficaz Banco de España (de nuevo) han permitido maquillar balances oficiales, retrasando una situación de quiebra por la que otros ya habían pasado.

 

El Popular gestionaba también más de 5.000 millones entre capital mobiliario e inmobiliario de las organizaciones religiosas católicas, y no deja de ser curioso que el responsable de esta "división" ya fichara por el Santander hace sólo dos meses. El mismo banco que hace unos días se hizo con el que durante años se ha vendido como "uno de los bancos más rentables de Europa".

 

Todo tan bien orquestado entre las oligarquías españolas que la primera vez que se aplica el nuevo sistema de intervención bancaria ideado por la troika se hace con nocturnidad presumida: tenían todo un fin de semana para hacerlo y lo han hecho en una sola noche.

 

No todos los días se compra un banco de la solera del Banco Popular por el módico precio de un euro, y aunque usted lo tenga, tampoco lo hubieran dejado a usted comprarlo. Y si compró acciones de la última oferta, olvídelo, tiró el dinero. Lo ha comprado el Santander, y sino lo hubiera comprado el BBVA, que configuran cada vez más un duopolio financiero alimentado por unos políticos tan insaciables como los buitres que gobiernan estas entidades, y a los que poco les interesa el bien público.

 

El resultado, más allá de la desaparición como por arte de magia de un banco centenario, como ya nos pasara aquí con Sa Nostra, es que ciudadanos y consumidores estamos hoy mucho más desprotegidos frente a los amos del mercado. Se llama concentración de capitales, hace siglos que está inventado y es un proceso paralelo a una crisis que se ha cebado con la mayoría social: unos pocos ganan y unos muchos pierden. Tomen nota.

Banco Popular: la concentración de capital continua