La alta gastronomía que se hace en Mallorca cada vez tiene mayor reconocimiento y sobre todo demanda. Así pués no es de extrañar que hasta cinco restaurantes de la isla se hayan colado por primera vez en la prestigiosa lista de establecimientos con mayor lista de espera de España que elabora la revista Expansión.
En este listado aparece como abanderado, por cuarto año consecutivo Santi Taura, con el restaurante de su mismo nombre, en tercer lugar. Para comer en este local de Lloseta se tiene que hacer cola por un periodo de siete meses y medio. Sólo el Celler de Can Roca con 11 meses de espera y DiverXO del polifacético Dabid Muñoz superan a Taura y justo por detrás tiene a Sant Pau de Carme Ruscalleda. Los cuatro repiten posición respecto del año pasado.
A diferencia de sus compañeros de selección Taura aún no atesora ninguna estrella Michelin que le de más visibilidad exterior lo que multiplica su mérito. Más aún si se tiene en cuenta que el nuevo concepto de Taura, el Dins, con un formato de público más exclusivo figura en el puesto 33 con un mes de lista de espera
Esta clasificación llega este año a su octava edición, ampliada a 60 negocios y se realiza en base a una llamada telefónica anónima en la que se realiza una pregunta: ¿Cuántas semanas se requieren para hacer una reserva para dos personas un sábado por la noche?
Con la información recopilada anónimamente por vía telefónica y/o mediante consulta del sistema web en dos centenares de restaurantes, se elabora esta clasificación con las 60 mesas más demandadas, que, en todo caso, plantean la lista de espera como alternativa, en muchos casos, organizada ya dentro del sistema online de reserva.
En esta clasificación han novedades mallorquinas. Por un lado repite Zaranda de Fernando Arellano en el puesto 60 con una espera de tres semanas. Arellano, con dos estrellas Michelin, ya estaba presente el pasado año. Este año aparecen el restaurante de Adrián Quetglas en el puesto 44 con tres semanas también y Argos de Álvaro Salazar en el 46 con el mísmo periodo.
Haber subido o bajado en el ranking respecto a 2016 no significa necesariamente que la espera se haya alargado o acortado. DSTAgE o Punto MX, por ejemplo, mantienen los mismos plazos aunque pierden alguna posición.
El plazo para aceptar reservas fijado por un restaurante es, de hecho, el criterio que, en realidad, marca muchas de las posiciones en este ranking en cuanto a la antelación máxima necesaria para conseguir mesa en fin de semana: cuatro meses en DSTAgE (en su caso, en viernes noche, ya que cierra los sábados); dos meses en Punto MX; un mes en Mina o dos en Tickets y Bodega 1900, de Albert Adrià, en el Paralelo barcelonés, donde, en sus otros locales de Grupo elBarri (Pakta, Hoja Santa y Niño Viejo), el sistema está abierto con el mismo margen de dos meses, pero se puede encontrar silla con una antelación menor.
