viernes. 26.04.2024

 

Economistas y políticos coinciden en alertar sobre la grave crisis económica que amenaza Argelia a causa del abrupto desplome de los precios del petróleo y el gas, que aseguran ha hecho retroceder el país a los inicios de la negra década de 1990.

 

Una situación que, unida al misterio que en rodea al verdadero estado de salud del presiente, Abdelaziz Buteflika, los profundos cambios que se suceden en el aparato de Seguridad en medio de rumores de luchas internas por la sucesión, y el rebrote del yihadismo pintan un lienzo futuro inquietante.

 

La última caída brusca del precio de los hidrocarburos ha causado un "terremoto" en el sistema de equilibrios internos y externos del país, explicó a Efe el experto financiero argelino Mohamed Gharnaut.

 

"En el inicio de 2015, todos los saldos intermedios de la balanza de pagos son deficitarios, incluida la balanza comercial: resultados que el país no había conocido desde la década de los noventa", precisó.

 

"Existe un descenso inquietante de la reserva de divisas, que es lo que explica la devaluación del dinar con respecto al dólar, moneda de pago referente en Argelia. También está justificada por la caída de los ingresos de la fiscalidad petrolera (la financiación por el flujo de importaciones)", agregó.

 

Un descenso muy perjudicial para un sistema económico que depende casi exclusivamente del Estado y de la venta de petróleo y gas, que supone el 97% de las exportaciones, el 30% del PIB y el 60% de los ingresos nacionales.

 

El país apenas produce, carece de tejido industrial y sostiene la economía con una vieja fórmula que mezcla grandes subvenciones a productos de primera necesidad -incluida la vivienda- y paternalismo del Estado, que es el principal empleador.

 

Además, la inversión pública, motor del crecimiento económico nacional durante la última década, podría caer sensiblemente, advirtió Gharnaut.

 

Su análisis coincide con el de otros expertos independientes, pero choca con el optimismo del actual gobierno, que insiste en que Argelia está preparada para soportar incluso precios más bajos.

 

Hace una semana, el primer ministro, Abdelmalek Selal, explicó que esa confianza reside en el hecho de que Argelia "ha tomado medidas valientes en 2015 al optar por la consolidación del sector económico nacional y orientar su enfoque hacia la creación de riqueza".

 

Una dinámica que continuará en 2016 "a través de la disminución de las inversiones públicas y la revisión a la baja de los presupuestos de gestión", señaló.

 

En la misma línea, el ministro de Industria, Abdeslam Bushuareb, aseguró que Argelia podrá sobrepasar la crisis económica "incluso con un barril a 10 dólares. Nuestro único problema es el tiempo", declaró.

 

Ese discurso tranquilizador chirría cuando se traslada a la mayoría de los expertos locales y a los observadores y diplomáticos extranjeros, que no ocultan su preocupación por la crisis que padece la vulnerable economía argelina.

 

Abderrahmen Mebtul, economista argelino, subraya que las reservas de divisas, valoradas en 193.000 millones de dólares a fines de junio de 2014, bajaron a unos 160.000 millones de dólares a finales de marzo 2015.

 

Y vaticina que descenderán por debajo de 140.000 millones de dólares a fines de 2015 si el precio fluctúa entre 55 y 60 dólares, es decir una pérdida de 44.000 millones de dólares respecto a enero de 2014.

 

"Si seguimos en esta dirección, las reservas de divisas corren el riesgo de agotarse en finales de 2018", advirtió.

 

Mebtul y Gharnaut coinciden, además, en alertar de que, pese a sus palabras, el Ejecutivo de Selal "carece de poder de influencia" para revertir esta situación.

 

"Es un Gobierno que sabe dirigir, acostumbrado a gastar dinero sin contarlo. Se necesita un cambio total en este gobierno. Hace tres años que Selal lidera el Ejecutivo y si hubiera podido hacer algo para detener los efectos de la caída, ya lo habría hecho", reflexiona Mebtul.

 

Pese a todo, Gharnaut descarta la posibilidad de que Argelia pida en un futuro próximo apoyo financiero al Fondo Monetario Internacional (FMI), porque dispone de divisas suficientes para un trienio como mínimo.

 

Una perspectiva descartada igualmente esta semana por el vicepresidente del Consejo Nacional Económico y Social (CNES), Mustafa Mekidesh, y por el Ministro de Finanzas, Abderrahman Benjelfa.

 

"Argelia no tiene necesidad de endeudamiento externo, necesita el dinero de los argelinos, de sus recursos internos, que quiere incorporar en el circuito bancario", indicó.

 

Según el FMI, Argelia es una de las economías más frágiles de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y necesita un barril a 121 dólares para cubrir su factura.

 

Argelia "es un país expuesto a todos peligros. Su realidad mañana se caracterizará por ser la de una sociedad enferma con una economía vulnerable, dependiente y en déficit de medios", advirtió este lunes el ex primer ministro, Ahmed Benbitur. 

La caída del petróleo ha devuelto a Argelia a los 90