viernes. 26.04.2024

 

Mientras somos jóvenes, nuestra prioridad es vivir el día a día, labrarnos un porvenir y conseguir hacer realidad nuestros sueños. No nos planteamos el futuro a largo plazo y mucho menos la jubilación. Pero a medida que nos hacemos mayores, crece la necesidad de garantizarnos unos ingresos, una aportación económica estable que nos permita hacer frente a nuestros gastos cuando ya no estemos laboralmente activos.

 

Por este motivo nacieron los planes de pensiones y los seguros de jubilación, unos sistemas de ahorro que ayudan a complementar los ingresos en el momento de la retirada del mundo laboral. Estos productos han adquirido protagonismo en los últimos años.  La reciente crisis económica y los recortes presupuestarios han puesto en la cuerda floja el futuro de las pensiones y han llevado a muchas personas a buscar una garantía de ingresos extra.

 

El mercado ofrece múltiples productos para complementar la pensión de jubilación, pero a groso modo se dividen en dos grupos: los planes de pensiones y los planes de jubilación, también llamados seguros de jubilación. Pero, ¿cuál es la diferencia?

 

PLANES DE PENSIONES, UN PRODUCTO BANCARIO. Los planes de pensiones son productos financieros que permiten ir aportando capital de forma periódica y recuperarlo en el momento de la jubilación con un incremento en función de las condiciones pactadas. Es decir, los planes están sujetos a rentabilidad y pueden estar vinculados a bolsa, bonos de empresa, deuda pública u otras variables.

 

Los planes de pensiones desgravan en hacienda, pero tienen el inconveniente de no poder ser utilizados hasta el momento de la jubilación. Es decir, si usted tiene necesidad de recuperar ese dinero aportado, no podrá hacerlo si no es por causas justificadas, como por ejemplo estar en situación de paro y no percibir ningún subsidio o ayuda.

Planes de jubilación, un producto de las aseguradoras

 

Estos productos, también llamados seguros de jubilación, no dependen de entidades financieras sino que están gestionados por compañías aseguradoras. A diferencia de los planes de pensiones, los seguros de jubilación permiten retirar el capital cuando sea necesario, siempre y cuando se cumplan las condiciones particulares pactadas en cada contrato. De lo contrario, se puede sufrir una penalización.

 

Los seguros de jubilación no desgravan a hacienda y normalmente presentan una rentabilidad más baja que los planes de pensiones. Dentro del campo de los seguros de jubilación el abanico de productos es amplísimo y se adapta a múltiples necesidades y circunstancias: ahorro para el interesado, ahorro e inversión a la vez, ahorro con ventajas fiscales, etc.

 

LOS AUTÓNOMOS, UN COLECTIVO ESPECIAL. Los planes de pensiones y seguros de jubilación son productos que despiertan un interés especial entre el colectivo de trabajadores autónomos. Estos profesionales, que trabajan por cuenta propia, se encuentran a menudo es una especial situación de vulnerabilidad, ya que no poseen un sueldo estable que les respalde.

 

Los autónomos, dependiendo del sector al que se dediquen, deben hacer frente a muchos gastos, entre ellos, sus propias cuotas a la seguridad social.  Ante la incertidumbre de no poder garantizar unos ingresos fijos a final de mes, la mayoría de autónomos opta por cotizar sobre la base mínima y eso repercute en la futura pensión de jubilación.

 

Según datos del Ministerio de Empleo, los trabajadores autónomos que se jubilan están recibiendo actualmente una pensión media de unos 700 €, mientras que los empleados por cuenta ajena alcanzan unas jubilaciones sensiblemente mayores.

 

Frente a esta situación, gran número de autónomos opta por suscribir un plan de pensiones o un seguro de jubilación. De esta manera, tienen garantizados unos ingresos complementarios en el momento de dejar de desarrollar sus actividades profesionales.

 

¿CUÁNTOS PENSIONISTAS HAY EN ESPAÑA? Según datos de la Seguridad Social, en España hay actualmente 5.784.322 personas que perciben una prestación por jubilación, 2.359.070 cobran la viudedad y 943.153 están en situación de incapacidad permanente.

 

A lo largo de 2016, el Estado reconoció 307.511 nuevas altas de jubilación, lo que representa un incremento de un 6 % respecto al año anterior.  La pensión media del sistema público de pensiones se sitúa en torno a los 913 €, aunque gran parte de jubilados sustiste con la renta mínima, situada en 637 €. Eso representa un total de ingresos al año que no llega a los 9.000 €.

 

Con estos datos en la mano, no es de extrañar que las personas se interesen cada vez más por los planes de pensiones o los seguros de jubilación, y más si se tienen en cuenta los datos oficiales de las arcas públicas. Desde el año 2011,  la administración central está recurriendo al fondo destinado a las pensiones para cubrir gastos urgentes de financiación. Eso significa que la “bolsa” reservada para pagar las futuras jubilaciones ha ido disminuyendo de forma progresiva.

 

Pese a estas cifran preocupantes, las autoridades aseguran que el futuro de las pensiones está de momento garantizado.

Plan de pensiones o plan de jubilación, ¿qué elegir?