El ministro de Economía y Competitividad de España, Luis de Guindos, afirmó hoy que acoger refugiados es también una "oportunidad económica" que puede incrementar las posibilidades de crecimiento de los países europeos.
La cuestión del impacto económico de la llegada masiva de refugiados se abordó ayer durante la reunión informal de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea, el Ecofin, en Luxemburgo.
"Una cuestión que a veces se olvida un poco (es que) la incorporación de una cantidad importante de refugiados es también una oportunidad económica", dijo De Guindos en una rueda de prensa.
"Si el proceso se canaliza adecuadamente, y yo creo que va a ser así, esto, como decimos los economistas, incrementa nuestra capacidad de crecimiento. Si estos inmigrantes, refugiados, se integran es bueno desde el punto de vista económico", añadió.
De Guindos indicó que no hay que ver "solo el impacto que en el corto plazo" tiene la gestión de la llegada de refugiados, que supone "gastos" para cuestiones como disponer los medios para su integración, lo que en cualquier caso indicó es "una actuación humanitaria".
"A medio plazo, esa incorporación de familias enteras, de savia nueva en las sociedad europea, hay varios ministros que pensamos que es positivo desde el punto de vista del crecimiento a futuro de las economías europeas", recalcó.
El ministro apuntó también que la Comisión Europea, "motu proprio", ha decidido analizar si la crisis de refugiados puede considerarse una circunstancia extraordinaria, como prevén las reglas europeas de disciplina fiscal, para permitir que los esfuerzos presupuestarios destinados a gestionarla puedan quedar fuera de la contabilidad del déficit.
La Comisión presentará un informe con sus conclusiones a los ministros, previsiblemente en octubre.
"Creemos que más allá de la flexibilidad o no, se trata de encajarlo en el presupuesto nacional, y nosotros tenemos posibilidad hacerlo", apuntó De Guindos.
La nueva propuesta para el reparto de 120.000 refugiados presentada el miércoles por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker prevé que España acoja a 14.931 refugiados.
Además, en mayo Bruselas pidió a España que aceptase a 4.288 personas, en una iniciativa anterior, presentada entonces para la reubicación de 40.000 personas.
