viernes. 19.04.2024

Marisquería Bonsol o la plancha mágica

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Todo restaurador busca las claves del éxito para su negocio. La Marisquería Bonsol las encontró hace tiempo y sigue manteniéndolas en su posesión. Y lo hizo a partir de la sencillez.  Desde el principio apostaron por el producto de primerísima calidad, en su caso pescado y marisco, y una forma de elaboración única, la plancha. Una plancha que dominan a la perfección y con la que consiguen siempre el punto exacto de cocción. Nunca está seco el producto y siempre está jugoso. Parece fácil pero no lo es.

 

Ubicada en la calle Illa de Xipre, en Ciudad Jardín, esta marisquería tiene un marcado aire de restaurante tradicional. Mesas con manteles y servilletas de tela blanca, sillas clásicas, mullidas, y abundante decoración marinera en sus paredes. Espacio agradable, muy familiar. Al entrar se va directo a la gran piedra donde se tiene expuesto el pescado y el marisco.

 

Entre los pescados no suele faltar nunca el dentón, el pargo, el gallo o el cap roig. Tampoco faltan nuestros calamares mediterráneos ni nuestras deliciosas gambas rojas (una de las especialidades de la casa), las cigalas, las navajas o las almejas. Tras la elección, con ayuda de báscula si es preciso, se irán directamente a la plancha.

 

Mientras esperas y para abrir boca ofrecen un plato de almendras tostadas en la casa, saladas, deliciosas. Si lo hubiera, suele servirse el marisco primero y, a continuación, el pescado, que viene acompañado de una guarnición de patatas, judías y zanahorias hervidas.

 

Entre el marisco debe destacarse la cocción de la gamba roja. Siempre en el punto de sal, jugosa, de cabeza líquida y sabrosa, de carne blanquísima y delicada. Para no olvidar jamás. El mismo punto de cocción perfecto encontramos en los pescados, siempre recubiertos ligeramente sobre la plancha con un majado líquido de aceite, ajo y perejil.

 

 

El servicio, atento y experto, emplata en mesa si así lo desea el cliente, dejando en el plato únicamente los lomos del pescado sin ninguna molesta espina. No excesivamente extensa es la carta de postres así como tampoco la de vinos, pero sí suficientes y bien seleccionados.

 

En resumen, un lugar para amantes del pescado y del marisco fresco, donde lo que prima es el producto. Su plancha caliente, cargada de sabores, hace el resto. Aunque planchas hay muchas, planchas mágicas hay pocas. Y la marisquería Bonsol tiene una.

Marisquería Bonsol o la plancha mágica