¿Pues que le voy a decir, ex alcalde? Transcurrido ya más de un mes desde que dejara la vara de mando del Ayuntamiento de Palma, se ha duplicado la acción de gobierno. En sus tiempos no se hacía nada, y ahora no se hace nada de nada. Puede estar orgulloso.
Su directriz fue clara desde el primer momento: “que no se mueva nadie”. Ha pretendido que la Ley del mínimo esfuerzo le diera el máximo rédito político y, parece mentira, que después de tantos y tantos años en esto, todavía no haya aprendido que el ciudadano no tiene ni un pelo de tonto.
Pasará a la historia de esta ciudad, no nos queda otro remedio. Pero en ningún caso como a usted le gustaría o como tantas noches habrá soñado. Su legado ha sido… ha sido… (discúlpenme por este lapsus, pero no he conseguido encontrar nada positivo que haya hecho este señor en dos años como alcalde).
Por desgracia, Sr. Hila, sí nos deja la ciudad más sucia de España, un desierto cultural, atascos en todas las arterias principales, trastos en cada portal, los bomberos quemados, hierbas en las aceras que pronto cubrirán los coches, los colegios de Palma desbordados, y así un largo etcétera. Eso sí, la ciudad antitaurina; si bien se siguen celebrando corridas de toros en el Coliseo Balear. Un éxito, vamos.
También ha conseguido que este Ayuntamiento, el de la capital de la provincia, parezca un ayuntamiento de 500 habitantes, con una alternancia en la alcaldía nunca vista. Ahora, terminará su legislatura como la empezó, dependiendo de MÉS, moviéndose como lo hacía Macario, con el Sr. Noguera en el papel de José Luis Moreno.
Pese a todo, tenemos que estar agradecidos. Agradecidos de que ya hayan pasado dos años y la gran mayoría de sus meteduras de pata sean subsanables en cuanto gobernemos. Agradecidos de que haya sido incapaz de tumbar Sa Feixina pese a haberlo anunciado en infinitas ocasiones. Agradecidos de que hiciera una consulta ciudadana sobre las terrazas del Born y se pegara de bruces con la realidad. Igualmente, agradecidos de que su equipo no haya conseguido sacar una nueva ordenanza de terrazas y con ello, cerrar más de 500. Y mil veces agradecidos, con la gran esperanza y todos nuestros deseos de que en 2019, sea el candidato socialista.
Y ahora ya solo nos queda el riesgo de que, el alcalde actual, le acabe haciendo bueno. Esperemos que no sea así.
