Los hoteles de Baleares registraron en agosto una ocupación del 91,1% de sus plazas, la mayor entre las regiones españolas, cuya media de ocupación hotelera fue del 77,5%, según ha informado el Instituto Nacional de Estadística.
Una de cada tres pernoctaciones en hoteles de visitantes extranjeros durante el mes pasado se produjo en Baleares, mientras que las pernoctaciones de españoles supusieron un 5,4% del total contabilizado en el último informe de Coyuntura Turística Hotelera.
En cuanto a los precios, los hoteles de las islas se encarecieron un 7,2% en comparación con agosto de 2016, la mayor subida de España por detrás de la de Cataluña, con un incremento del 9,7 %.
El análisis de la ocupación de las principales zonas turísticas españolas pone de manifiesto que los mayores índices se dieron en el área Isla de Mallorca (91,91 %) y en la que queda excluida de la denominación anterior, la de Palma-Calvià (91,32 %). También Menorca (89,55 %) y las Pitiusas (88,67 %) están entre las ocho zona con mayor ocupación del país y se contabilizan "puntos turísticos" la palma se la llevaron los hoteles de Formentera, con una ocupación en agosto del 97,5 %.
En el conjunto de España, las pernoctaciones hoteleras aumentaron un 0,5 % en agosto en comparación con el mismo mes de 2016, hasta las 46,72 millones de estancias, una cifra récord en un solo mes para el sector hotelero español.
El número de estancias en los hoteles ha crecido en catorce de los últimos 16 meses, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística (INE). En los ocho primeros meses del año, las pernoctaciones aumentaron un 3,1 % respecto al mismo periodo de 2016, con una mejora del 0,4 % por parte de los españoles y una subida del 4,6 % por los extranjeros.
Agosto fue un mes récord en los hoteles, que llevó aparejado un incremento del 4,7 % en el empleo en este sector, pero se detectó una desaceleración en algunos de los indicadores. Los viajeros ocuparon en los hoteles un mayor volumen de habitaciones, pero la estancia media bajó un 0,5 % respecto a agosto de 2016, para situarse en 3,8 pernoctaciones por persona.
