viernes. 19.04.2024

Refrescos con sabor diferente en España o en Polonia, galletas con más o menos chocolate según se vendan en el este o el oeste de la Unión Europea….Bruselas perseguirá a las empresas que ofrezcan un producto con la misma marca y cambien su calidad dependiendo del país comunitario.

 

La Comisión Europea (CE)  destinará 2 millones de euros para detectar y perseguir a las empresas que vendan productos alimenticios con el mismo etiquetado pero de distinta calidad en diferentes países de la Unión Europea (UE), y publicó guías para que los Estados vigilen esta práctica.

 

“Hemos oído muchas quejas de consumidores porque el café o los palitos de pescado que compran en su supermercado local, es de menos calidad que en el supermercado al otro lado de la frontera”, dijo la comisaria europea de Consumo, Vera Jourova.

 

La República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría pidieron medidas ante los dobles estándares que aplican algunas empresas, que venden productos con menor calidad con el mismo precio.

 

El problema reside en que “estos productos se presentan exactamente en el mismo paquete, pero el café contiene menos cafeína y más azúcar, o los palitos de pescado tienen menos carne en un país que en otro”, explicó.


En marzo los países del Grupo de Visegrado -la República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría- pidieron a la Comisión que tomase medidas ante los dobles estándares de calidad que aplican algunas empresas, que venden productos con menor calidad en muchas ocasiones con el mismo precio.

 

 

Un estudio de 2015 realizado por la Facultad de Química y Tecnología de la Universidad de Praga, señala que, por ejemplo, los refrescos de la marca Sprite se endulzan con jarabe de fructosa y glucosa y edulcorantes artificiales mientras que en Alemania se usa azúcar natural.


También cita el té helado de Nestea, que tiene un 40 % menos de extracto de té que el mismo producto alemán, las varitas de pescado Iglo con un 7 % menos de pescado, o las galletas Manner que en Eslovaquia o Hungría tienen menos chocolate y son menos crujientes.

 

En la Unión ya hay reglas para perseguir estas prácticas, en concreto, el reglamento sobre información alimentaria, que obliga a informar de todos los ingredientes del producto, y la directiva sobre las prácticas comerciales desleales, que prohíbe comercializar un producto con un etiquetado que pueda inducir a error.Sin embargo, su aplicación está en manos de los Estados, lo que ha llevado a la Comisión a publicar una guía para indicarles cómo vigilar que se cumplen.

 


Además, se destinará un millón de euros al Centro de Investigación Conjunta de la Comisión para que desarrolle una metodología común para que todos los países hagan los mismos test a los productos, de modo que esté lista en el primer trimestre de 2018.

 

 

Según la comisaria, las pruebas efectuadas hasta ahora muestran que el problema de la calidad dual “afecta a decenas e incluso centenares de productos”.


También se dará un millón de euros a los países para proyectos de recogida de pruebas o estudios, o para abrir procedimientos contra las empresas que utilicen prácticas prohibidas.


El objetivo es que las empresas aumenten la calidad de los productos allí donde es más baja, afirma la CE.

“No estamos nombrando y avergonzando. No hemos mencionado a ninguna marca concreta, pero cuando tengamos pruebas no dudaré en decirles a los consumidores que no compren estos productos si vemos un problema con la calidad”, afirmó la comisaria.

Europa perseguirá a las empresas que vendan alimentos con distinta calidad según el país