jueves. 28.03.2024

Fabricar calzado en Mallorca y tener una continuidad y perspectivas de futuro no es tarea fácil actualmente en Mallorca. Bien lo saben en Calzados Bestard, pioneros en la especialización que en los años 70 ante la primera gran crisis del calzado en la isla, decidieron trazar un nuevo camino para sus productos. Pasaron de fabricar el zapato de hombre tradicional a las botas de montaña.

 

La apuesta, no sin dificultades les salió bién. Hoy dica la marca ubicada aún en Lloseta, donde nació, se ha convertido en una de los referentes de este sector a nivel mundial. Tanto es así que, a pesar de la crisis de los últimos años ha conseguido incrementar la exportación. No hay continente del mundo donde no se vendan las Bestard y prácticamente no hay cumbre de renombre que no hayan pisado estas botas en una expedición.

 

En Bestard han aplicado la razón y no se han vuelto locos. Siguen fieles a su filosofia de crear productos de primerísima calidad. Así lo explica Esperanza Bestard, la segunda generación de la família que dirige la empresa actualmente y que, eso si, se queja de "la doble insularidad empresarial que provoca un encarecimiento del producto ya que tenemos que importar prácticamente toda la materia prima y después afrontar el coste de enviarlo al mercado. Ante ello no hay otra opción que vigilar la calidad extrema para ser competitivos".

 

En la fábrica trabajan 35 personas con una plantilla estabilizada en la que solo se cubren las jubilaciones. Cada mes salen de estas instalaciones 1.000 pares de forma continua durante todo el año.

 

El 75% de la producción aún se orienta al mercado nacional pero ya un 25% se va a paises de medio mundo. Ahora se está realizando un esfuerzo por crecer en nuevos mercados como el de Chile en Sudamérica o en China pero también más cerquita en Alemania donde existe una competencia feroz y un gran posicionamiento de las marcas locales.

 

Según explica Esperanza Bestard, la clave de la supervivencia de la empresa ha sido la innovación y el diseño. De hecho Bestard se queda, por ejemplo, en estos momentos como el único fabricante europeo de botas pensadas para el barranquismo. Pero su catálogo se ha ido ampliando de forma exponencial para adaptarse a las exigencias de los usuarios. Incluso la empresa tiene su propia linea de zapatos de calle. Las ganas de seguir creciendo desde la razón continuarán siendo su motor.

Las botas Bestard se hacen un sitio en el extranjero