sábado. 20.04.2024

 

Los seguros de salud cubren todo tipo de gastos médicos y de asistencia sanitaria que se pueda necesitar, adaptando las coberturas y las pólizas a la singularidad de cada tipo de usuario. Cuando la Seguridad Social no satisface todas las necesidades, es cuando los seguros médicos entran a formar parte de la vida de particulares y empresas.

 

Hay varias situaciones frecuentes por las que se acude a un seguro de salud privado:

  • En ocasiones puede ser que las listas de espera sean largas y se quiera unos resultados o una consulta con especialista lo antes posible. Las citas pueden alargarse durante meses y se corre el riesgo de tener que pedir pruebas que añaden más intervalo de tiempo aún.
  • El acceso a clínicas dentales suele ser también una razón recurrente por la que contratar seguros de salud.
  • Cuando se es autónomo, se requiere de una mayor seguridad en caso de accidente o de sufrir algún percance. La situación precaria del estatus de autónomo hace que muchos trabajadores opten por un seguro de salud privado para tener una preocupación menos. Además, se suma que su jornada laboral puede extenderse más allá de las ocho horas habituales y sus opciones para ir al médico en caso de necesitarlo se reducen a franjas horarias muy concretas.
  • Tener hijos aumenta la necesidad de seguridad y de poder disponer de especialistas cuando se necesita. Las familias suelen recurrir a la contratación de un seguro de salud privado cuando las citas con los pediatras son frecuentes y se necesita flexibilidad; o para prevenirse cuando los posibles síntomas que pueda tener el niño no sean claros y se necesite de un servicio rápido.
  • Contar con segundas opiniones también lleva a los usuarios a crearse un seguro de salud privado. No se trata de renegar de la sanidad pública de forma unilaterial, sino de complementarla. Cuando un diagnóstico no está claro o no es del todo concluyente, son muchos los pacientes que no están seguros sobre las decisiones que deben tomar: repetir una prueba incómoda, tomar un medicamento que pueda tener efectos secundarios, someterse a una intervención complicada… En estos casos, también se acuden a centros privados.

 

Las pólizas de los seguros de salud son flexibles y ofrecen diferentes tipos de coberturas para adaptarse a todas las situaciones: desde familias con niños, hasta autónomos o pymes que necesiten un respaldo para los empleados.

 

El acudir a un centro privado o público también está marcado por la localización. Si una aseguradora cuenta con un despliegue de centros y red de profesionales de fácil localización y acceso, es más probable que un usuario opte por un seguro de salud privado antes que desplazarse a un lugar más lejano en caso de enfermedad o accidente. Esto puede ocurrir en zonas con menos coberturas o donde los centros ambulatorios de la seguridad social no cuentan con todas las especialidades necesarias o requeridas.

 

Las ventajas y coberturas que puede ofrecer un seguro privado son muchas. La agilidad y el ahorro de tiempo a la hora de ir a consulta son las claves para decidir contratar un seguro de salud. Pero también la posibilidad de elegir un centro concreto, contar con condiciones especiales en caso de ingreso en hospital, coberturas nacionales e internacionales y sobre todo, conseguir resultados diagnósticos en menos tiempo.

Seguros de salud: donde la Seguridad Social no llega
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