jueves. 25.04.2024


Los grandes retos de la política agraria balear son la insularidad, las rentas agrarias, la incorporación de jóvenes y mujeres en el sector, la profesionalización, la explicación de medidas propias del Gobierno sobre como el turismo puede revertir en la agricultura parte del beneficio generado con el impuesto del turismo sostenible (ITS), la conservación del paisaje y el medio ambiente, o la mejora de la competitividad, entre otros.

 

Así lo ha asegurado el conseller de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca, Vicenç Vidal, en Santa Cruz de Tenerife donde ha intervenido en el VI Foro Nacional, sobre Retos y Desafíos del Sector Agroalimentario.

 

Con la ponencia “Retos de la política agraria balear en un contexto de insularidad en la Unión Europea”, Vidal ha comparado el archipiélago canario con el archipiélago balear, y ha explicado cómo las islas, además de sufrir las dificultades de las limitaciones geográficas, tienen que soportar sobrecostes y dificultades de exportación, funcionan como un mercado de excedentes y son frágiles ante las plagas y las especies invasoras.


 

El conseller Vidal ha reclamado que “las Islas Baleares puedan disponer de un régimen especial, de la misma manera que las Islas Canarias, y que Europa reconozca la insularidad y articule instrumentos parecidos a las de este archipiélago”.


 

La semana pasada se efectuó el pago anticipado de la política agraria común, 11,5 millones de euros. A pesar de la importancia de este pago en el sector, Vidal ha pedido una PAC más mediterránea, ya que el actual “no tiene en cuenta el hecho insular”. Por eso, pide que “se ajuste más a las necesidades y a la realidad de nuestro sector”.

 

 

El conseller Vidal, después de reivindicar un nuevo REB y una nueva PAC, ha explicado dos medidas que considera clave para alcanzar los retos que el Gobierno se ha planteado: la nueva Ley agraria y el impuesto del turismo sostenible. El objetivo estratégico de la nueva Ley es mantener y potenciar las actividades propias del sector primario agroalimentario, la perspectiva de la soberanía alimenticia, la compra pública, los ciclos cortos de comercialización y el reconocimiento de externalidades positivas (contrato agrario, custodia agraria y parques agrarios).



En cuanto al impuesto del turismo sostenible, el conseller ha destacado que es la primera vez que un impuesto revierte en la agricultura los beneficios generados de una manera indirecta, cosa, "que nos permite tomar medidas para la protección del paisaje y el apoyo a la diversificación agraria, a la sostenibilidad, al cooperativismo y a la investigación sobre la Xylella"  ha comentado Vidal.


 

En concreto, el Govern da apoyo al sector agrario de las Islas Baleares con 7,2 millones que provienen del impuesto de turismo sostenible con proyectos como el diseño e implementación de estrategias de control de la Xylella Fastidiosa, apoyo a la agricultura ecológica, impulso a la diversificación de cultivos a las explotaciones tradicionales, mantenimiento del paisaje, conservación del patrimonio natural i cultural, limpieza de bosques y mejoras de las instalaciones de riego.

El sector agrario de Baleares recibirá 7,2M€ de la ecotasa