“El Consell de Mallorca destinará un total de 7 millones de euros a impulsar un plan plurianual para incentivar el comercio de proximidad en la Part Forana. El objetivo es «humanizar» los centros de las diferentes localidades, «devolver las calles a las personas» en una firme apuesta por el comercio local. La idea es favorecer «un centro comercial a cielo abierto».
Hace pocos días los medios publicaban, resumidas en estas líneas, una iniciativa positiva, llena de esperanza y de ganas de cambiar una realidad, la de Mallorca en la que las grandes superficies se están comiendo casi todo el pastel y están abocando a los pequeños comercios a un papel cada vez más marginal.
Debo aplaudir la iniciativa del Consell de Mallorca por su valentía. Ojalá se invirtiesen más recursos públicos en apoyar al pequeño comercio en aspectos como el embellecimiento urbano, la facilidad de aparcamiento y similares. Por otro lado y siendo consciente del esfuerzo del Consell debo decir, a la vez, que se me antoja que 7 millones de euros en tres años serán insuficientes para cambiar esta realidad de la que hablaba anteriormente.
Que nadie me malinterprete pero más allá de este plan los pequeños comerciantes necesitamos algo más de las instituciones públicas. Precisamos un compromiso más firme en la defensa de nuestros intereses. Necesitamos profundizar en regular de nuevo las rebajas. Necesitamos que se ponga fin a la libertad indiscriminada de horarios. Solo con estas reformas podremos competir de verdad con los grandes operadores.
Valores como la calidad, la cercanía, el trato humano o el compromiso de los clientes son básicos y cada vez más apreciados en una realidad comercial cada vez más llena de clones e impersonal. Desafortunadamente no nos basta con hacer bandera de estos valores. Hemos llegado a un límite en el que se tiene que regular en letras mayúsculas.
Queremos competir simplemente en igualdad de condiciones y dejando claro que desarrollamos una labor social i cívia inmensa. Ninguna gran superficie dará vida a nuestros centros urbanos si todos nosotros, los pequeños, desaparecemos del mapa. Entonces lamentaremos no haber tomado las medidas oportunas a tiempo.
