sábado. 20.04.2024

Visita al nuevo Museo de Artes Decorativas de Mallorca

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Si vis discere, doceat”. Si quieres aprender, enseña. Marco Tulio Cicerón, Filósofo, Jurista, Político y Escritor romano.

 

La aparición de un nuevo Centro Cultural es siempre una buena noticia y lo es más aún cuando surge de la iniciativa privada, este es el caso del nuevo Museo de Artes Decorativas de Mallorca.

 

Diego Tocino, filántropo y coleccionista es su impulsor. Más de treinta años visitando los mercadillos de los pueblos de Mallorca, le dotaron del fino olfato del verdadero conocedor capaz de encontrar entre la quincalla piezas de decoración, cerámica, joyería, mobiliario u otros artefactos con valor cultural. A base de paciencia, tesón y una sabia forma de invertir, ha logrado reunir una extensa colección, de la que se muestran tres mil objetos en este nuevo Museo, casi todos ellos pertenecientes a la Mallorca preturística y ahora expuestos para el disfrute de los visitantes. 

 

El Museo se encuentra cerca de Palma, en la Possessió de Son Pax, cuyo origen se traza hasta una antigua alquería árabe del siglo XIV, entre cuyos propietarios figuraron desde los Caballeros Templarios, hasta varias familias de la nobleza isleña. Su entrada se encuentra frente al Polígono Industrial de Son Castelló en la carretera de Palma a Sóller.

 

La zona expositiva está dividida en catorce salas temáticas en las que se muestran diferentes piezas de la colección de cerámica, pintura, trajes y vestidos, joyas, instrumentos musicales, maquinaria agrícola, juguetes antiguos y otros.

 

La mayor parte de los elementos expuestos datan de los siglos XVII al XIX y todos ellos son de carácter netamente mallorquín, conformando una suerte de colección etnológica que nos aporta la visión de cómo era la vida de la isla en tiempos pretéritos.

 

Entre la cerámica pueden apreciarse sofisticas piezas producidas en Manacor y Felanitx, como las guerres brodades o jarras bordadas, de recargada y delicada decoración exterior y de ahí el nombre.La religiosidad siempre ha estado presente en la vida de los mallorquines, los cuales encargaban y producían imágenes y ornamentos de Jesús Crucificado, de la Virgen o de aquellos Santos que fueran de su devoción.

 

Muchas de las pinturas nos muestran la severidad de los notables de la época en sus vestimentas negras de rigueur, pues en aquellos tiempos el negro y los tonos oscuros se consideraban que eran el paradigma de la elegancia decimonónica.Pero no todo es antiguo, también hay obra de autores contemporáneos conocidos vinculados a la isla, como Joan Miró que pasó aquí una parte importante de su vida.

 

Este boceto de 1927 fue —según afirmaciones del propio pintor—, el que cambió su lenguaje pictórico para alejarse de los parámetros que definían los movimientos estéticos de la época y de esta manera desarrollar un estilo personal. Los óleos son también una parte importante de la colección de pintura, sirva de muestra este de Eliseu Meifrén, uno de los primeros impresionistas catalanes, que representa una sencilla marina.La exposición de elegantes vestidos femeninos perfectamente conservados, puede apreciarse en vitrinas de ambiente controlado y baja iluminación, con el fin de mejor preservar las sedas, tafetanes, y organdí empleados por las señoras de época; esta sala guarda además una curiosa sorpresa a descubrir en la sección de vestidos de novia que no desvelaré . . .

Trajes y vestidos tan oscuros requerían el necesario complemento de joyas en forma de broches, cadenas de oro, gemelos de camisa, botones, pasadores o sortijas, de los que el Museo muestra una buena selección de aderezos femeninos y masculinos.

 

Los pagesos o campesinos que vivían y trabajaban en las possessions tienen también su lugar y su “moda” de ropa amplia, confeccionada con tejidos más toscos, con el propósito de que resistieran bien los rigores de su trabajo manual.Las máquinas agrícolas que manejaban los pagesos tienen su representación alrededor de la pequeña clastra o patio de la possessió.La colección de instrumentos no es extensa, pero sí muy interesante, contando entre otros con dos guitarras del famoso luthier balear Casasnovas.

 

La última sala es de las de mayor tamaño y contiene objetos con cierto encanto melancólico que a muchos les harán sonreír, pues guarda una nutrida exhibición de juguetes antiguos que merecen una cuidada visita y que seguro que ha de gustar a los niños que se acerquen a verla.

Diego Tocino también efectúa una loable función social, poniendo a disposición de Colegios,  Asociaciones de la Tercera Edad y otras Organizaciones Culturales de Mallorca la posibilidad de visitar este nuevo Museo de Artes Decorativas de Mallorca en condiciones ventajosas. Muchas de estas actividades son canalizadas a través de la Fundación Tocino Pons, cuyo fin principal es, según se lee en su página web “dar ayuda y cobertura a proyectos culturales de Mallorca y proteger, a través de diferentes actividades y campañas, el patrimonio sociocultural de la isla”.

 

Esta labor además la complementa con “. . . la colaboración en campañas puntuales con entidades sociales para mejorar las condiciones de vida de los colectivos vulnerables de las Islas Baleares”. Bienvenido sea pues este recomendable Museo, llegado para completar la actual oferta cultural mallorquina, que sin duda pronto se convertirá una de sus referencias.

Visita al nuevo Museo de Artes Decorativas de Mallorca
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