viernes. 26.04.2024

La directora de expansión de Skalop, Marta Seguí explica los orígenes de esta franquicia familiar que ofrece a los pasajeros de los aeropuertos comer por precios asequibles productos de calidad, más concretamente el tradicional escalope vienés.

 

-¿Cuándo nace la compañía? ¿Y con qué propósito?

Skalop nace en 1995, después de un viaje familiar a Viena, cuando mi padre insistió en comer en un local que encontramos al llegar al centro de la ciudad. Llegábamos hambrientos porque el vuelo había tenido retraso y era el típico local de dimensiones minúsculas en el que un cocinero realizaba escalopes a la vista de los comensales. Era la única comida que servían y a pesar de nuestro escepticismo inicial, nos supo a manjar.

A la vuelta de Mallorca, mi padre nos confesó que había estado dándole vueltas al modelo de negocio de ese pequeño restaurante. Su reflexión concluía en que España estaban asentados conceptos como la hamburguesa o la pizza, pero que no había ninguna cadena especializada en el tradicional escalope vienés, algo muy valorado entre el público.

 

-¿Por qué adoptaron el modelo de franquicia?

Es una manera de expandir la marca con mayor rapidez y de una forma más controlada y exitosa. Además, damos la oportunidad a inversores de apostar por un negocio rentable y ya probado en el mercado.

 

.¿Hay mercado para otra franquicia en los aeropuertos?

En un aeropuerto buscas comer rápido, de calidad y a un precio asequible. La calidad y el precio, es algo que no suele abundar en estos espacios y por eso apostamos firmemente por la idea de franquicia en aeropuerto.

 

-¿Cuál está siendo la acogida?

La acogida fue buenísima desde el primer momento. Es un alimento muy apreciado tanto entre los niños como en los más adultos. Un plato básico pero que hasta entonces no se había generalizado o especializado su consumo y preparación en ningún restaurante.

La novedad radica en que nadie antes había apostado por un restaurante de comida rápida en el que el plato estrella fuera algo tan sano como un escalope. Por ello, más que “fast food”, a nosotros nos gusta llamarnos “fast good”, porque somos comida rápida pero sana y de calidad.

 

-¿Con cuántos empleados cuenta la empresa?

Entre 100 y 110 contando entre el personal de los restaurantes y el de oficinas.

 

-¿Cuál es el volumen de facturación?

El año pasado alcanzamos una facturación de 5,5 millones de euros, cifra que previsiblemente mejoraremos durante este 2017 pues hemos notado un aumento en el número de comensales y porque la facturación que realizamos mes a mes se ha incrementado en cada local.

 

-¿Cuáles son los planes de crecimiento en el futuro?

Estamos inmersos en una expansión nacional y valorando potenciales franquiciados. Nuestro objetivo es dar el salto a la península y comenzar un crecimiento por el arco mediterráneo para más tarde establecer restaurantes en las principales ciudades españolas. Pero con paso firme, queremos ser cautos en las ubicaciones en las que se abra.

 

-¿Qué les diferencia de otras empresas del sector?

En Skalop solemos hablar de “fast good”, que no es otra cosa que la rapidez que hoy en día se exige por el ritmo que llevamos todos, pero sin perder ni un ápice en la calidad del producto. Somos el único restaurante de estas características porque nuestras recetas se basan en la cocina de toda la vida. Mimamos nuestros platos y queremos que el cliente sienta ese cuidado que ponemos cuando estamos elaborando su comida.

 

-¿Hacia dónde se dirige el sector de las franquicias en los aeropuertos?

Pues, con total humildad, puedo decir que va hacia productos como el nuestro. Todo el mundo se queja de lo mal que se come en los aeropuertos y de lo mucho que te cobran por un simple bocadillo o café. Se trata de comer bien, a un precio accesible, y con productos que sabes que gozan de la misma calidad que lo que puedes comer en casa.

"En Skalop hablamos de fast good, que es la rapidez sin perder un ápice en la calidad...