La FELIB trabaja junto con la Dirección general de Salud y el Instituto Municipales de Asuntos Sociales para confeccionar una ordenanza tipo para todos los municipios de Baleares para controlar el fenómeno del botellón, sobre todo entre los menores de edad.
“Queremos dotar de un medio de actuación a los ayuntamientos, con todas las garantías legales y jurídicas, para combatir los efectos negativos del botellón tanto en la salud pública como también sobre otros efectos negativos cómo son el ruido o la suciedad”, explica el presidente de la FELIB, Joan Carles Verd.
Precisamente ha sido la Federación de Municipios quienes ha aportado el documento elaborado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) para adaptarlo a las peculiaridades de las islas.
El objetivo principal de esta ordenanza es limitar la venta y consumo de bebidas alcohólicas tanto en la vía pública como en locales públicos o de titularidad privada.
“Los ayuntamientos que lo aprueben no permitirán el consumo en la calle excepto en terrazas o días de fiestas patronales o verbenas”, añade Verde quién recuerda que esta actuación es una de las medidas tomadas después “del desgavell de los pasados veranos”.
La normativa, que se facilitará a todos los municipios que así lo soliciten, prevé sanciones de hasta 1500 euros
