sábado. 27.04.2024

Las alertas estan encendidas en la industria balear y no es para menos. El panorama que se dibuja en cuanto a competitividad y crecimiento del sector no es nada alentador al menos a tenor de los datos que ha puesto sobre la mesa la Fundación Impulsa Balears que, a pesar de ello, ve importantes oportunidades de negocio si se reajusta el modelo. Este es el diagnóstico que se recoge en el último informe publicado.

 

Para muestra un botón. Desde el año 200 hasta el 2016 la industria balear creció un 4,7%, hasta cuatro veces menos que la del resto del estado que superó el 18%. Pero es que lo que es la industria manufacturera local que no tiene en cuenta sectores como la energia o la industria extractiva, arroja una preocupante cifra negativa del 27%, lo cual significa una destrucción de ocupación y la pérdida de empresas.

 

El peso del sector manufacturero en estos momentos en Baleares escasamente llega a un 3,4% mientras que en España se triplica esta cifra y en Europa se llega hasta a un 17%.

 

Un dato más que chirría es el bienestar económico que ha pasado en Baleares en 16 años de ser casi un 20% más elevado que en Europa a estar actualmente siete puntos por debajo.

 

El director de la Fundación Impulsa, Antoni Riera, además ha adelantado que si no se realiza una intervención rápida en 4 o 5 años el nivel medio de renta per cápita puede bajar hasta 18 puntos más.

 

La competitividad es otra de las grandes asignaturas pendientes. Si en el 2000 un trabajador balear producia un rendimiento de unos 57.000 euros a la empresa ahora es de unos 54.600.

 

Se nota a faltar también un tejido de empresas medianas y grandes que potencien los sectores. De hecho de todas las empresas manufactureras locales casi un 44% no tienen asalariados y otro 47,6% tienen entre uno y nueve trabajadores. Sólo un 0,6% tienen 50 o más asalariados.

 

Ante este panorama Impulsa Balears ha presentado sus recetas para dar la vuelta a la tortilla. Así lo ha explicado su director, Antoni Riera, que aboga por la reespecialización de la actividad o por la clusterización entre diferentes sectores. Por otro lado también defiende la necesidad de favorecer la integración tecnológica y aumentar los niveles de eficiencia. Desde la Fundación Impulsa se quiere poner el foco también en la exportación con la apertura de nuevos mercados que no esten tan saturados y se pueda vender con mayor valor añadido para evitar tener que competir a base de reducir los precios.

 

Riera ve grandes oportunidades de crecimiento en dos grupos de industrias. El primer podría ser el representado por las empresas de procesamiento de alimnentos, la tecnología metalúrgica, la madera, el calzado y los servicios medioambientales.

 

Además habría potencial en el transporte, en la producción audiovisual, la pesca y la construcción.

La industria balear pierde peso económico y competitividad