viernes. 26.04.2024


El uso del transporte público no cuaja entre los estudiantes de la Universidad de les Illes Balears. Es más, está en retroceso. Estos son los datos que arroja la tercera Encuesta de hábitos de movilidad de la comunidad universitaria 2017. Esta es el tercer estudio de este tipo que se realiza después de dos primeros en 2011 y 2012

 

La encuesta evidencia que el uso global del transporte colectivo logra la cifra del 32% frente al 64,9% de los desplazamientos en coche. Un porcentaje residual utiliza otros medios: moto (1,6%), bicicleta (0,5%) y a pie (1%).



Dentro del transporte colectivo, el autobús de la EMT es el medio prioritario, con un 16,8% de los desplazamientos, seguido del metro, con un 13%. Respecto al año 2012 ha disminuido el uso del transporte público en un 4%.


La encuesta se ha hecho a toda la comunidad universitaria, si bien los resultados son los del campus UIB, sobre una muestra de 2.666 usuarios de un total de 14.814 personas, entre alumnas (88,6%), profesoras, profesores y personal investigador, así como también personal de administración y servicios, que acceden cada día al campus de la carretera de Valldemossa. La muestra tiene un nivel de confianza de 95,5% y un error relativo de ± 1,73%.



Se tiene que destacar que el 43,1% de los miembros de la comunidad universitaria combinan para su desplazamiento cotidiano varios medios de transporte: esto significa una mejora en la tendencia del uso de transporte público en casi 5 puntos porcentuales respecto de 2012.



En cuanto al transporte en coche, los desplazamientos con un solo conductor son mayoritarios, con un 75,4%. De forma que el índice de ocupación se sitúa en 1,38 personas por coche. Por colectivos, los estudiantes son los que más comparten coche, y por municipios, los habitantes con peor acceso al transporte público son los que tienden a compartir más el coche.



Las razones fundamentales para no acceder en el campus en transporte colectivo son la carencia de oferta de origen (25,4%) y la duración del trayecto (25,5%).

 

La frecuencia también tiene gran importancia a la hora de no elegir el transporte público (16,1%), así como la incomodidad/saturación (14,9%). El motivo principal para no acceder en el campus en bicicleta por parte de todos los colectivos universitarios es la excesiva distancia del trayecto (50,5%), seguido de la inseguridad del itinerario (16,6%) y no tener bicicleta (14,4%).



La doctora Joana Maria Seguí, del Departamento de Geografía, y el doctor Mauricio Ruiz Pérez, del Servicio de Sistemas de Información Geográfica y Teledetección, autores del trabajo de investigación, han presentado hoy los resultados de la encuesta, junto al vicerrector de Campus, Cooperación y Universidad Saludable, doctor Antoni Aguiló, que ha puesto sobre la mesa medidas institucionales para promover una mayor sostenibilidad en el acceso al campus.


Con los datos en la mano, hay voluntad de elaborar un plan de de movilidad sostenible del campus. En este sentido, el vicerrector Antoni Aguiló ha explicado las dos principales líneas de trabajo a corto plazo, dentro de las competencias propias de la UIB: la creación de nuevas zonas para peatones y la promoción del uso del coche compartido a través de la plataforma Fesedit, una red para conectar conductores que ya funciona en otras universidades e instituciones. Para fomentar el uso, la UIB establecerá la manera de «premiar» aquellas personas que la utilicen, por ejemplo, reservando aparcamientos para usuarios de coche compartido.

El uso del transporte público retrocede entre los estudiantes de la UIB