Pep Mir es el presidente del colegio de agentes de la propiedad inmobiliaria de Baleares. Con el repasamos la actualidad del sector con la puesta en marcha de la nueva asociación y realizamos una radiografia de la actividad inmobiliaria.
-El Govern quiere poner fin a la liberalización de su sector. ¿Cómo lo ve?
-Desde que se liberalizó el sector de la intermediación inmobiliaria en el año 2000 siempre hemos defendido que debía regularse adecuadamente sobre todo pensando en la defensa de los intereses del consumidor. Así hace tiempo que se lo pedimos al Govern y ahora con la nueva ley de la vivienda se va a conseguir en parte. Resulta una auténtica barbaridad que una persona que realiza la máxima inversión de su vida que es la compra de una vivienda se ponga en manos de alguien que no tiene ni preparación ni recursos, ni garantías suficientes para gestionar una compra.
-¿Qué implica esta ley?
-Pues que todas las personas que operen como agente inmobiliario deberán estar inscritos en un registro oficial y cumplir una serie de requisitos como tener un seguro de responsabilidad, o una oficina comercial abierta al público entre otros además de contar con un distintivo.
Para que se haga una idea en su momento el ministro de turno dijo que la liberalización se realizaba para abaratar los costes inmobiliarios. Después hubo el boom y todo se encareció. Aquí tenemos por hábito fijar una comisión del 5% pero hay de todo y por ejemplo en las operaciones con extranjeros muchos cobran el 6%, un 3% al comprador y otro tanto al vendedor.
-Ustedes han impulsado ahora una asociación nueva que coexistirá con el Colegio oficial ¿Cuál es el objetivo y quien se podrá integrar en ella?
-El colegio seguirá existiendo y funcionando. El objetivo que tenemos es unificar el sector de los trabajadores inmobiliarios en Baleares. Hay profesionales que no se pueden integrar en el colegio por que no tienen estudios universitarios.
La asociación permitirá que si lo hagan y puedan tener los mismos servicios y apoyos que los colegiados como asesoría jurídica, urbanística o en valoraciones o acceder a un seguro de responsabilidad civil colectivo. También podrán acceder a la formación continua. Los que se quieran incorporar a la asociación lo tienen relativamente sencillo ya que tendrán que acreditar 3 años de experiencia en el sector o bien completar un curso de 200 horas además de pasar un examen.
-¿Qué peso tiene este sector profesional?
-El hecho de que esté liberalizado hace que no tengamos ni idea del número de personas que ejercen esta intermediación. Colegiados somos unos 200 y ya hemos incorporado a 25 personas en la nueva asociación.
-¿Cuál es la situación del alquiler turístico en Baleares con la nueva regulación?
-De entrada quiero distinguir entre alquiler turístico y vacacional. El vacacional se ha dado toda la vida y se regula con la ley de arrendamientos urbanos. En el no se da ningún servicio adicional como teléfono, cambio de sábanas o limpieza diaria. La ley actual presume que cualquiera que alquile usando una plataforma en internet a un extranjero lo hace como turístico y con una espada de Damocles encima de una sanción de hasta 40.000 euros.
Las consecuencias económicas son evidentemente negativas. Pensemos que muchos mallorquines en los últimos 3 o 4 años habían comprado inmuebles o los habían reformado con la expectativa de poder sacarles un rendimiento económico. Ahora esto se ha paralizado por miedo a las multas. Mucha gente espera a la zonificación turística pero tiene que saber que no será tan fácil mantener esta actividad. Tendrá que comprar plazas turísticas y cumplir muchos requisitos.
-¿Qué piensa de la zonificación turística?
-Como mínimo parece discrecional y subjetiva. Que alguien me explique como puede ser Ariany un núcleo saturado turísticamente o que se considere saturados núcleos como Palmanova o Magaluf en invierno cuando son un desierto.
-¿Se ha notado un rebaja en los alquileres desde que se ha activado la nueva normativa turística?
-No se ha producido ninguna bajada de precios sino al contrario. En noviembre se llegó a máximos históricos de precios de alquiler. Todo se basa en la ley de la oferta y la demanda. Si hay demanda los precios suben y tenemos los edificios que tenemos. No veo una bajada de precios del alquiler a corto plazo.
-¿Y que pasa con las viviendas que se destinaban a alquiler vacacional y ahora salen de este mercado?
-Es cierto que parte del alquiler turístico se ha paralizado por miedo a las sanciones. Los propietarios no lo tienen claro y ahora están en la disyuntiva de vender su propiedad o bien meterlo en el mercado de alquiler pero en la mayoría de casos no quieren perder el uso de sus viviendas durante tres años.
Mucha gente prefiere tener su vivienda cerrada antes que meterla en el mercado de alquiler por los múltiples problemas que puede tener y que no tenía con el uso vacacional.
-¿En que situación se encuentra el mercado de compraventa?¿Es cierto que solo funciona el sector del alto standing?
-El mercado se ha reactivado de verdad. Todo ha sido consecuencia de que hace tres años justos las entidades financieras se decidieron de nuevo a activar el crédito hipotecario. En tres años el panorama ha cambiado radicalmente y se ha normalizado la actividad. Los precios hasta 2014 bajaron un 30% y en estos dos años han recuperado un 50% de este valor perdido. Esto ha pasado por que hay demanda y por que la gente accede de nuevo al crédito. Tengo que decir que no solo se venden las propiedades de alto nivel sino también inmuebles de precios medios y bajos.
-¿Podemos caer en una nueva burbuja?
De ninguna manera. La demanda crece y es cada vez más alta pero los bancos también regulan mucho. No se arriesgan como antes. Quieren garantías y solo ofrecen el 80% del valor de la compra. Esto ya es un filtro importante. Además los precios que hay ahora son reales de mercado. No existe sobrevaloración artificial.
-¿Cree que se necesita obra nueva?
-Indudablemente. Hay mucha demanda de pisos nuevos y los constructores se han puesto las pilas. Saben que venden todo lo que edifican por falta de oferta de este tipo. En los últimos años muchos han sobrevivido con la reforma integral de viviendas que se han incorporado al mercado como si fueran nuevas pero esto no es suficiente
