La Comunitat Autònoma de les Illes Balears cerró el ejercicio 2017 con un superávit del 0,2%, y este hecho permitirá en el Govern de les Illes Balears reducir la deuda pública en 180 millones de euros en 2018, según los datos provisionales de cierre presupuestario.
A la vez, ha aumentado el presupuesto para políticas sociales, ha anunciado la consellera de Hacienda y Administraciones Públicas, Catalina Cladera, junto con el director general de Presupuestos y Financiación, Joan Carrió.
Se trata de la primera vez que Balears consigue superávit presupuestario desde que se calcula en términos SEC, que computa las empresas del sector público instrumental y se utiliza desde 2010.
Balears ha cumplido, por tanto, con el objetivo de déficit fijado por el Estado (0,6% del PIB), con un resultado no financiero en términos SEC de 54,36 millones de euros en 2017 (superávit del 0,2%), y ha cumplido el límite de deuda, la regla de gasto y el periodo medio de pago a los proveedores de la CAIB, en el que se han conseguido los mínimos históricos y cerró con un plazo de 17,86 días.
Por segundo año consecutivo, Balears cumple los objetivos de estabilidad presupuestaria, según los datos provisionales de cierre de 2017, “y demostramos que se trata de un reto compatible con reforzar las políticas sociales con un aumento continuado del presupuesto”, ha destacado la consellera Cladera.
El incremento del gasto social ha sido del 20,3% en los tres últimos ejercicios liquidados, con una cuantía global de 2.709,21 millones en 2017 (sanidad, educación, servicios sociales, ocupación y vivienda).
Cladera ha anunciado la reducción de 180 millones de euros de deuda prevista para 2018, una nueva previsión de disminución de los 8.802 millones de deuda de cierre de 2017 hasta los cerca de 8.620 millones estimados para la finalización del actual ejercicio.
Será la primera vez en la historia que Balears reduce la deuda en términos absolutos y supone un nuevo paso en la línea de estabilización y control de la deuda de toda la legislatura.
La reducción de la deuda, mediante una mayor amortización a la prevista inicialmente en los presupuestos, se corresponde con el margen de déficit en el que no se ha incurrido en 2017, y responde al “esfuerzo y al ejercicio de responsabilidad” que hace el Govern, ha manifestado la consellera, quien destaca que reducir la deuda supone “disminuir la carga financiera de la CAIB y liberar recursos para generaciones futuras”, hecho que contribuirá a la mayor disponibilidad de presupuesto para políticas sociales.
Según los datos provisionales de 2017, la deuda autonómica representa un 29,6% del PIB, cuando el límite fijado era del 30%, y la previsión para el cierre de 2018 es reducir el peso de la deuda hasta el 27,8% en relación a la economía de las islas, por debajo del 29,1% del objetivo fijado. De este modo, se mantiene una tendencia a la baja en relación al 31% de deuda respecto al PIB del año 2015.
