jueves. 25.04.2024

El Ayuntamiento de Palma saca pecho de que la propuesta de prohibición del alquiler vacacional en plurifamiliares se basa y sigue a pies juntillas la proposición impulsada por la Federación de Asociaciones de Vecinos aprobada por el pleno el 27 de julio de 2017.

 

La proposición "necesitaba del aval técnico y jurídico necesario para convertirse en propuesta urbanística". Del análisis y el estudio se han extraído una serie de datos que el Ayuntamiento destacó para defender con más ahínco su postura.

 

Entre ellos indicaba que la oferta de pisos de alquiler turístico no reglados aumentó entre 2015 y 2016 en un 50 por ciento, llegando a cerca de los 20.000 comercializados.



El 48 por ciento de los alquileres vacacionales se ofrecen en periodos de entre 7 y 9 meses y no abren ningun la posibilidad de alquiler residencial. Además se afirma que la alta rentabilidad del alquiler vacacional y de los hoteles hace que compitan en precio a la hora de invertir.


El Ayuntamiento argumenta que existe un paralelismo entre la evolución de fenómeno vacacilonal y el aumento de los precios del alquiler: "el alquiler turístico no es el único factor que ha hecho que los precios suban, pero es innegable que ha incidido. El incremento del precio de alquiler ha sido progresivo los últimos años: un 40 por ciento de subida desde el 2013".


Para el ayuntamiento de Palma la propuesta de Zona Única sigue principalmente dos criterios: la convivencia social y la carencia de oferta de arrendamiento para los residentes. En cuanto a la convivencia, un informe de la Defensora de la Ciudadanía señala como causa del malestar y el deterioro de la convivencia a los barrios el bullicio producido por los alojamientos turísticos. Además, las denuncias por molestias ocasionadas por turistas que se alojan a viviendas también se han incrementado: han pasado de 42 el 2014 a 192 el 2017, es decir, se han multiplicado por cuatro.


En cuanto a la carencia de viviendas para alquiler residencial, "la reducción de la renta familiar ha conducido a que cada vez más se tengan que destinar más recursos a pagar el alquiler, un alquiler que sigue subiendo. La dinámica que se vive en Palma es voz a los datos que nos aporta la Oficina Antideshaucios: los desahucios producidos antes de la crisis se centraban, principalmente, en las hipotecas. Ahora esta dinámica ha cambiado: los desahucios se producen mayoritariamente por impagos de alquiler".

Los datos en los que se basa el no de Palma al uso vacacional de pisos