viernes. 29.03.2024

Muchos españoles y portugueses saben desde hace tiempo qué harán el fin de semana del 11 al 13 de mayo: ir a Lisboa para ser testigos directos de un fenómeno de masas: Eurovisión. Las búsquedas de alojamiento para ese destino han aumentado más de un 400 % y los precios un 38%.

 

Lisboa ya ha comenzado la cuenta atrás para la gala de Eurovisión del 12 de mayo y no es para menos porque este Festival de la Canción nunca había visitado tierras lusas. Es una oportunidad histórica para las nuevas generaciones de eurofans que viven en España y Portugal porque la última vez que se acercó por estas tierras fue cuando se celebró en Madrid, en 1969.

 

La capital capital portuguesa se convierte en un destino casi de culto para los miles de seguidores que viajarán a la ciudad, que se beneficiará de un breve pero intenso boom turístico. El movimiento eurofans no puede dejar pasar esta oportunidad para acercarse a barrios emblemáticos, como el de Belém. Es un sitio ideal para posarse ante los pies de la Torre homónima o del Monumento a los Descubridores y sentir la brisa del Tajo en su desembocadura.

 

Junto allí, está el Monasterio de los Jerónimos, cuya fachada tardogótica no deja indiferente a nadie. Y, claro, ir a este barrio es sinónimo de ir a probar sus famosos pasteles, similares a las tortitas de crema. No importan las colas en las reposterías más típicas: merece la pena esperar.

 

El Castillo de Sao Jorge, el mirador panorámico, la plaza del Comercio y, por supuesto, subir al Barrio Alto -si puede ser en el famoso tranvía- son otros indispensables para llenar esas horas libres que tendrán los asistentes al festival. Un barrio que dejará marcado por sus calles y fachadas angostas e incluso decadentes pero con un ambiente lleno de vida que puede recordar a una mezcla entre La Latina y Malasaña, en Madrid.

 

Atardecer escuchando fado en alguna tasca del barrio Alto o de Alfama puede ser un plan ideal antes de cenar, por ejemplo, un bacalao y probar la “ginjinha”, un licor de cereza muy típico en la capital.

 

Pero más allá de una ruta turística clásica, los que acudan a Lisboa irán con muchas ganas de ambiente eurovisivo por lo que es fundamental dejar un hueco en la agenda para acudir al “Eurovision Village” que abrirá sus puertas el 4 de mayo. Estará ubicado junto a la céntrica Plaza del Comercio, a orilla del Tajo, y acogerá espectáculos diarios con Djs, artistas y música en vivo. Por supuesto, éste será el lugar desde el que seguir el festival si no se ha conseguido una entrada.

 

Pero no hay que descuidarse mucho porque, según señalan desde la plataforma de búsqueda kayak,  las búsquedas de hoteles en Lisboa han aumentado un 449% respecto a la misma semana del mes anterior y el precio medio del alojamiento ha subido ya un 38%.

 

El alojamiento en viviendas es una opción más complicada a estas alturas. Según señalan desde la web de reservas Airbnb, las búsquedas para la semana del festival han aumentado un 42 % en comparación con la misma fecha del año anterior. Durante los días del evento, sólo estarán disponible el 15 % de los alojamientos de viviendas actualmente anunciados en esta plataforma.

 

Ya sea alojándose en un hotel o en una casa; viajando en bus, en tren o en avión… muchas rutas tendrán como destino Lisboa en esa fecha mágica del 12 de mayo en la que España sueña por enésima vez con volver a triunfar en Eurovisión, esta vez, con un tema lento “Tu canción”, que interpretarán los triunfitos Amaia y Alfred.

Lisboa ya vive el efecto Eurovisión en su economía