Nadie conoce mejor un sector económico que los actores que se mueven en este escenario. Nadie conoce mejor el pequeño comercio que los mismos comerciantes y las patronales y asociaciones que lo representan.
Por lo tanto, debemos tener un papel protagonista a la hora de planificar el futuro que queremos para el comercio de Mallorca. Digo esto por que desde hace algunos años las administraciones públicas han hecho todo lo posible por tutelar y dirigir los esfuerzos para mejorar el pequeño comercio controlando todos los procesos y, evidentemente también administrando el dinero público para conseguir este objetivo.
El problema es que se ha llegado a un punto en el cual los organismos públicos, en algunos casos, han usurpado funciones y labores que deben corresponder a las patronales y asociaciones. Esta es la situación que vivimos ahora mismo y que tiene su máxima expresión en Palma con el trabajo que está realizando PalmaActiva acaparándolo todo para no dejar al tejido asociativo comercial sin margen de maniobra.
Estoy hablando de iniciativas en materia de promoción comercial, de formación, de dinamización, de ayudas, de modernización.
Que no se me malinterprete. Valoro y mucho que el Ayuntamiento o el Govern lancen ayudas para la modernización de establecimientos. Valoro y mucho que se haga un catálogo de establecimientos emblemáticos pero hace falta más, mucho más.
"Se ha llegado a un punto en el cual los organismos públicos han usurpado funciones y labores que deben corresponder a las patronales y asociaciones"
Los pequeños comerciantes necesitamos de campañas de promoción y dinamización realistas, adaptadas al terreno y que consigan darnos el protagonismo que se merece el tejido comercial que existe en nuestros barrios y pueblos. Solo a través del asociacionismo estos comercios tienen una unidad de actuación y pueden actuar con peso ante los grandes operadores.
Vemos como se invierte mucho dinero cada año en promoción turística. Se hace además con productos que se salen del guión establecido del sol y playa que venden muchos hoteleros. Así pues, ya es hora de que nuestros políticos inviertan en promocionar el pequeño comercio por el valor añadido que aporta a nuestra economía, por la labor social que realizan, por los empleos que crean…
Por estas razones se le tiene que dar visibilidad y se tienen que poner recursos sobre la mesa pero además canalizar estos recursos contando con las patronales. Solo así, juntos de la mano todos los implicados, conseguiremos crear campañas y actuaciones realmente útiles para el pequeño comercio. En caso contrario fracasaremos.
