Foto: Celler Can Amer
¿Cómo se puede reconocer una "porcella" mallorquina auténtica cuando se va a comprar a un establecimiento? En estos momentos es prácticamente imposible más allá de saber que ese ejemplar fue sacrificado en un matadero de la Isla. Su procedencia se pierde ahí y podria venir de cualquier pueblo de Mallorca como de cualquier rincón de la Península.
Este hecho no es banal ni mucho menos para los ganaderos locales puesto que devalua el precio de su producto de mucha mayor calidad, del que procede de fuera de las Islas, hasta el punto de vender por debajo del coste de producción.
Hoy los miembros de la Junta directiva de la Asociación de Porcí de las Balears se han reunido con el conseller de Agricultura, Vicenç Vidal, acompañado del director general de Agricultura y Ganadería, Mateu Ginard.
Durante el encuentro, han analizado la situación del sector porcino,más en concreto, sobre la producción y la comercialización de la lechona en las Islas Baleares.
El presidente de los ganaderos, Antoni Mestre ha explicado que, en estos momentos teemos que vender la porcella a unos 33 euros por ejemplar cuando el coste de producción se eleva hasta los 42 euros aproximadamente. No podemos hacer frente a la competencia de ejemplares que vienen de la Península y que son descartes de producciones para el engorde.
De esta reunión se ha sacado adelante un acuerdo para lanzar una marca identificavia que permita identificar el producto desde el origen de procedencia, el sacrificio y el punto de venta. Esta identificación servirá para que el consumidor conozca toda la trayectoria del producto cuando le llegue a sus manos, y ayudará a evitar la venta de ejemplares de baja calidad.
Por otra parte, esta identificación de los ejemplares de lechona irá acompañada de campañas divulgativas y de promoción para dar a conocer la información más relevante del producto.
Segun Antoni Mestre "creemos que los consumidores mallorquines estarían dispuestos a pagar 5 o 6 euros más por ejemplar si tuviesen la certeza que es producto cien por cien mallorquín. Esto nos daría estabilidad".
Según Mestre "en esto nos jugamos mucho más que la continuidad de este sector concreto. Si perdemos la producción de porcella perdemos existirá una reacción en cadena por que ya no se sembrará cebada ¿y que pasará con nuestra imagen y con nuestro campo? Ya pasó lo mismo exactamente con la producción de pollos y de vacas".
La marca de calidad de la porcella puede y debe ser una plataforma de revalorización de este producto como ya ha pasado con otros casos.
