viernes. 29.03.2024


Desde hace varios años, el número de Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en España se ha reducido considerablemente. La mejora económica y el consiguiente crecimiento del empleo han logrado disminuir estas cifras. Durante el último año, el número de empresas afectadas por procedimientos de despidos colectivos, suspensión de contrato y reducción de jornada ha sido de 2.615, lo que ha tenido su impacto en 57.497 trabajadores. Aunque elevada, esta cifra se ha reducido en un 34,6% interanual y la de trabajadores lo ha hecho en un 33,6%1.


 

Los programas de recolocación son procesos de acompañamiento para todos aquellos profesionales que, por circunstancias diversas, se ven obligados a desvincularse de las organizaciones. Pudiendo ser individuales o colectivos, el objetivo principal de dichos programas de transición de carreras no es otro que guiar a dicho profesional en su nueva etapa, definir su objetivo, potenciar la mejora de su empleabilidad y generar nuevas oportunidades profesionales que encajen con sus expectativas en el menor tiempo posible.  


 

Lee Hecht Harrison, división del Grupo Adecco y líder global en el acompañamiento a las organizaciones en sus procesos de transformación (‘Workforce Transformation’), ha estudiado 2.300 casos de candidatos que han finalizado un programa de este tipo durante el año 2017.


 

Entre los principales resultados del estudio, destaca la elevada efectividad de estos programas, que logran reducir en 2,5 veces el tiempo medio de búsqueda de empleo. Mientras que los profesionales recolocados a través de Lee Hecht Harrison tardan una media de 6 meses, el resto de desempleados españoles invierten casi 16 meses en volver a emplearse.  


 

De ellos, el 86% retoma su actividad profesional con un trabajo por cuenta ajena y el 14% decide emprender un proyecto por cuenta propia, es decir, 3 puntos porcentuales más que hace un año.


 La Comunidad de Madrid y Cataluña son las dos regiones en las que se lleva a cabo un mayor número de programas de outplacement. Entre las dos conforman más de la mitad de estas iniciativas: un 32,4% en la Comunidad de Madrid, quien encabeza la lista un año más, y Cataluña, con un 25,6%.  

 



Ya por detrás de ellas aparecen Andalucía, que ha reunido el 12,1% del total de planes de recolocación en nuestro país, y Castilla y León, que aglutina el 8,9%. Menor es el volumen de Navarra (3,8%), Comunidad Valenciana (3%) y Galicia (2,7%).


 

Por debajo del 2% se quedan las autonomías de Castilla-La Mancha (1,8%), Asturias (1,8%), Aragón (1,7%), País Vasco (1,5%), Cantabria (1,5%) y Extremadura (1%).


 

En último lugar, por tanto, aparecen las regiones de Murcia (0,7%), Canarias (0,7%), Baleares (0,6%), La Rioja (0,3%) y la provincia autónoma de Ceuta (0,05%).

 

 

 

Por franjas de edad hay ciertos perfiles que destacan por encima de otros. En este sentido, el colectivo minoritario es el de las personas menores de 30 años, que solo suponen un 7% del total de candidatos en los planes de recolocación que se han llevado a cabo en el último año. A este grupo le siguen los mayores de 50 años, que aglutinan el 20% del total.  

 

 

El 73,7% restante, por lo tanto, corresponde a aquellos profesionales que tienen entre 31 y 50 años, siendo aún mayor el caso de aquellos que se sitúan entre los 41 y los 50 años de edad (43%) que el de las personas de entre 31 y 40 años (30%).  

 

La media de edad de los participantes en programas de outplacement es, por tanto, de 43 años. Si atendemos a la categoría profesional de estas personas, los técnicos son los perfiles mayoritarios. Tanto es así que el 61% de los profesionales que participan en programas de “outplacement” trabajaba como técnico.


 

En segundo lugar, aunque muy de lejos, se sitúan los mandos intermedios o middle managers, que conforman el 18% del total de candidatos, seguidos por los managers, que suponen el 12%. Por último, los perfiles base o también denominados Factory, suman el 9% sobre el total, siendo, por tanto, los menos habituales en este tipo de planes.  

 

 

 

En resumen, el perfil más habitual de un candidato recolocado es el un hombre o mujer indistintamente, de unos 43 años de edad y con un perfil profesional de técnico.  

 

 

 

En el último año, el tiempo medio de búsqueda de empleo de los candidatos que han participado en planes de recolocación es de 6,3 meses. Un plazo de tiempo muy reducido si se tiene en cuenta que los desempleados que encontraron empleo en 2017 tardaron, a nivel general, una media de 15,8 meses.  


 

Estos datos evidencian que los programas de outplacement consiguen reducir en 2,5 veces el tiempo medio para encontrar empleo en nuestro país.  


 

El 85% de las personas recolocadas ha tardado menos de un año en ocupar un nuevo puesto de trabajo: el 8% lo ha logrado en menos de tres meses, el 44% en un período de entre 3 y 6 meses y el 33%, entre 6 y 12 meses. Por tanto, solo un 15% emplea más de un año en encontrar empleo.  


De los cerca de 2.300 casos de candidatos que se han analizado para realizar este informe, el 74,1% ha optado por continuar su carrera profesional, mientras que el 25,9% ha preferido otras vías (como la formación o la prejubilación).


 

De todas las personas que han seguido trabajando, el 86% lo ha hecho por cuenta ajena y el 14%, por cuenta propia. El número de candidatos que han optado por el autoempleo, por tanto, se ha incrementado en tres puntos porcentuales en el último año, cuando era del 11%.  


 

Entre los que han elegido un camino diferente al empleo, destacan los que han continuado su formación (el 39%), los que han emprendido estudios de larga duración (28%) y los que han decidido jubilarse o prejubilarse (un 28%).

Solo el 0,6% de los planes de recolocación se lleva a cabo en Baleares