jueves. 25.04.2024

La Pepita Burger Bar llegó a Palma de Mallorca en febrero de este año y, desde entonces, no ha dejado de recibir clientes. Hasta el momento han pasado por sus mesas más de 15.000 personas, que han podido probar in situ la interesante propuesta gastronómica de la enseña.

 

El proyecto surgió con la intención de unir la cultura gastronómica del norte de España con la mediterránea y la idea ha resultado ser un éxito en la capital balear.

 

El establecimiento, que se encuentra situado en la calle Ramón y Cajal, tiene 180m2 y una capacidad para 70 personas. Este restaurante guarda una sintonía perfecta con los demás locales de la marca, pero también con el emplazamiento en el que está situado. La decoración de su interior está inspirada en las tendencias estéticas de los restaurantes más punteros de Nueva York.

 

Las hamburguesas de primera calidad de La Pepita, elaboradas por chefs de primera talla, han causado furor entre los mallorquines, quienes han sabido diferenciar su cocina de autor con carácter y sello de identidad propios.

 

La variada oferta gastronómica de la marca se caracteriza por el uso de materias primas de primera calidad para la elaboración de sus platos, dando lugar a una amplia carta, que consta de entrantes preparados para compartir que, además de innovadores, son sanos y con un sofisticado carácter internacional.

 

Como plato principal ponen a disposición del consumidor casi 20 hamburguesas diferentes, elaboradas en el momento a la parrilla. A esta amplia selección de le suma una especial cada mes.

 

Todas las burgers premium tienen como básicos tres ingredientes que destacan por su calidad, el pan artesanal, hecho por panaderos locales seleccionados por el uso de levadura madre; las salsas, siempre de elaboración y receta propia y la carne, cuya procedencia varía en cada caso.

 

Para la selección de la carne, los responsables de La Pepita llevan a cabo una rigurosa selección de proveedores. Todos ellos tienen que tener algo en común, que la carne sea solo carne, sin conservantes, colorantes, ni sal, puesto que es en los propios restaurantes donde se lleva a cabo el salpimentado del producto ya en la parrilla.

 

A parte de las hamburguesas tradicionales, ofrecen una carta de bugers de pescado para dar gusto a todos sus comensales, en las que el salmón es 100% fresco y se compra a nivel local, al igual que la fruta, los vegetales y todos sus ingredientes.

 

Para acompañar a este plato principal, en La Pepita ponen a disposición del consumidor una carta de vinos de la zona, así como cervezas artesanas de producción limitada.

 

Para terminar con un mejor sabor de boca ofrecen una gran variedad de postres que son, también, artesanos, por lo que no cuentan con añadidos ni conservantes y, además, proponen opciones para celíacos al igual que en todos sus platos.

 

La Pepita ha logrado con este plan gastronómico que sus clientes identifiquen sus burgers premium, otorgándoles gran reconocimiento en Palma de Mallorca.

Más de 15.000 clientes ya han pasado por La Pepita Burguer Bar