viernes. 19.04.2024

El falso autónomo es una figura que, aunque existía previamente, se ha agudizado y popularizado en el mundo laboral a partir de la crisis económica, una forma encubierta de un trabajo asalariado que supone un fraude de ley en la contratación por parte de algunas empresas.

 

Se trata de una trabajador asalariado de la empresa pero que “está obligado” por ésta a convertirse en autónomo para que, así, la compañía pueda ahorrar costes de la seguridad social y posibles indemnizaciones.

 

“Un falso autónomo no existe. Es un trabajador más de la empresa al que ésta está utilizando de forma cortijera para ahorrarse costes y responsabilidades, y tener un mayor beneficio de la explotación de su negocio”, ha explicado el presidente de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Eduardo Abad.

 

De esta forma, los falsos autónomos son trabajadores que desarrollan una actividad económica sin mecanismos propios de producción, y con unos horarios y especificaciones estrictas acordadas por parte de la empresa.

 

“Esto empeora sustancialmente las condiciones de los trabajadores, supone un desamparo absoluto en cuanto a la preservación de sus derechos como trabajador”, ha añadido Abad.

 

El falso autónomo, a diferencia de los trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE), constituyen una figura que no está recogida y reglada por el sistema.

 

Los autónomos TRADE son aquellos que facturan al menos el 75% de sus ingresos a un mismo cliente o pagador.

 

Según datos aportados por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), y basándose en las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), actualmente en España hay 3.200.000 autónomos, de los que 188.000 trabajan en exclusiva para un solo cliente.

 

ATA calcula que de esos 188.000 autónomos, 100.000 “pueden ser los que se consideren falsos autónomos”.

 

Ambas asociaciones coinciden en que no existe un registro de autónomos económicamente dependientes que funcione, ya que no es obligatorio registrarse como tal, por lo que la creación de un registro de trabajadores autónomos económicamente dependientes (TRADE) ayudaría a identificar a las empresas que utilizan la figura del falso autónomo.

 

Por ello, UPTA ha propuesto realizar “un cruce de datos” entre Hacienda y la Seguridad Social para ver “qué cantidades facturan los autónomos y a qué empresas”, y compararlo con los autónomos que “están dados de alta como TRADE”.

 

Después del cruce de datos “tiene que haber una repercusión” y cambiar la legislación para que las empresas registren en el registro de TRADE todos los contratos de autonomos que prestan un servicio en condiciones de dependencia.

 

El presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, está de acuerdo en la necesidad de crear un registro obligatorio donde aparezca todo aquel autónomo que al menos el 75% de sus ingresos provengan de una empresa.

 

“Tienen que identificarse como TRADE y, a su vez, identificar a la empresa para la que trabaja. Esto facilitaría saber en qué empresas se está dando la figura del autónomo TRADE y en cuáles podría estar la figura del falso autónomo”, ha indicado Amor.

 

Lorenzo Amor ha asegurado esta figura del falso autónomo no es nueva, sino que “ha existido toda la vida”.

 

En el año 2007 estaba básicamente en el sector de la construcción y en estos momentos se está concentrando en sectores como cooperativas cárnicas, el mundo de la comunicación y la información o sectores de reparto de comida, ha añadido.

¿Qué es un falso autónomo?