viernes. 19.04.2024

La Dirección General de Consumo de la Conselleria de Salud recomienda una actitud responsable a la hora de aprovechar las ofertas del tradicional periodo de rebajas y recuerda que los productos adquiridos por Internet tienen que ofrecer las mismas garantías que los que se compran en las tiendas.


 

Así, para sacar el máximo provecho a las rebajas y hacer un consumo responsable, se aconseja eludir el consumismo y comprar solo aquello que realmente se necesita, para lo cual conviene planificar las compras y hacer una lista antes de ir de rebajas. Igualmente, Consumo recomienda ser críticos con la publicidad y no dejarse llevar por los mensajes engañosos.


 

La Dirección General, que forma parte de la Conselleria de Salud, recomienda a los consumidores solicitar información al comercio sobre si se aceptan cambios o devoluciones, ya que el vendedor no tiene ninguna obligación de cambiar el producto si está en perfecto estado, a menos que así lo anuncie. También es importante conservar los comprobantes de pago, las etiquetas y las garantías, para poder utilizarlos en caso de tener que presentar una reclamación.


 

Con respecto a las adquisiciones por Internet en periodo de rebajas, el director general de Consumo, Francesc Dalmau, recuerda que «son vigentes los mismos derechos que cuando se hace la compra de manera tradicional» y aconseja «comprar en sitios virtuales seguros».


 

En cuanto a las obligaciones de los comercios es importante tener en cuenta que los vendedores no pueden adquirir los productos especialmente para la venta en rebajas; han de ser artículos que hayan estado a la venta antes a un precio superior.

 

Los comerciantes tienen que indicar claramente el precio de venta anterior y el rebajado, o bien debe figurar el precio normal de venta y el porcentaje de la rebaja que se aplicará en el momento de la compra.

 

Los precios de venta tienen que figurar tanto en los escaparates como en el interior del comercio.

 

El anuncio de ventas en rebajas, en general, debe afectar como mínimo a la mitad de los productos ofrecidos en el establecimiento, sin perjuicio de que se pueda anunciar la de cada artículo en concreto, que ha de ser identificado y diferenciado debidamente del resto.

 

Los productos rebajados tienen que estar diferenciados de otros tipos de ventas a precios inferiores de los habituales, como los artículos en liquidación, los saldos o las ofertas especiales. En ningún caso, los productos que se venden en rebajas pueden ser «saldos», es decir, artículos que presentan alguna tara o defecto en la fabricación.

 

El comerciante tiene que aceptar los medios de pago habituales entre los cuales hay las tarjetas de crédito y no puede cargar un porcentaje superior por el uso de tarjetas de crédito ni rechazar la compra por este sistema si habitualmente es utilizado en su comercio.

 

Además, los comercios tienen que indicar que existen hojas de reclamaciones.

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