viernes. 26.04.2024

 

Las empresas de Balears están consolidando una situación favorable para movilizar la inversión y redefinir sus estrategias en materia de eficiencia e innovación, palancas clave tanto desde el punto de vista individual como colectivo.

 

Este es el principal mensaje que deriva de i|empresa, la nueva herramienta de Impulsa Balears que permite profundizar en la estructura, dinámica y gestión del tejido empresarial de las islas.

 

En términos generales, la actual capacidad de reinversión de la empresa balear se sostiene sobre la mejora de dos pilares fundamentales, como son la mejora de la rentabilidad y el saneamiento progresivo de los balances empresariales.

 

Así pues, en primer lugar, el retorno de la inversión, medido a través del ratio de rentabilidad financiera ha alcanzado tasas de dos dígitos (13,2%), gracias a una mejora de la capitalización de la actividad y un coeficiente de apalancamiento financiero positivo que casi ha multiplicado por dos (1,83) la tasa de rentabilidad económica (7,2%).

 

En segundo lugar, la amortización de parte de la deuda acumulada durante la anterior fase expansiva ha incrementado la autonomía financiera de las empresas, de manera que el patrimonio neto ha ganado peso sobre el pasivo de los balances (46,3%) en detrimento de las obligaciones financieras de las empresas tanto a corto (26,3%) como a largo plazo (27,4%).

 

El tejido empresarial del archipiélago cuenta pues con una capacidad de respuesta muy favorable tanto en materia de solvencia como de liquidez en un contexto en el que las vías de acceso al crédito se han ensanchado y los tipos de interés se mantienen en niveles reducidos. Aspectos, todos ellos, que contribuyen a la planificación de nuevos proyectos de inversión.

 

Impulsa Balears ha presentado estos y otros resultados a través de un nuevo i|meeting que, bajo el título, ‘Sofisticación empresarial y competitividad global: viaje al centro de la estrategia’, ha reunido a un centenar de agentes económicos y sociales.

 

En el transcurso de la jornada, han intervenido Alberto del Cid, director general de Banca March, que ha actuado como patrón-anfitrión del encuentro, Antoni Riera, director técnico de la fundación, que se ha encargado de la exposición de contenidos, y Francina Armengol, presidenta del Govern y también del Patronato, que ha clausurado el acto.

 

A lo largo de su intervención, Antoni Riera ha señalado que la empresa se sitúa, actualmente, en el centro de la competitividad global del archipiélago. El director técnico ha puesto de manifiesto que «la clave para regiones avanzadas como Balears reside en asegurar la capacidad del tejido empresarial para incrementar su grado de sofisticación desde una mejora de la calidad tanto de sus estrategias y operaciones como de las redes que es capaz de tejer para identificar y forjar nuevas ventajas competitivas».

 

Y es que tal y como demuestra la evidencia empírica actual, los 10 países con un tejido empresarial más sofisticado –con Suiza, Estados Unidos y Japón en cabeza– se encuentran entre los 20 países más competitivos del mundo y, a su vez, entre los 25 más ricos. En este sentido, la cuestión clave reside, según Riera, en que «no se trata en el marco de una coyuntura económica favorable de invertir para ampliar la base productiva y producir más, sino de invertir para transformarla y producir mejor».

 

En este contexto, la necesidad de alinear la estrategia empresarial –orientada a satisfacer nuevos objetivos de rentabilidad– y la estrategia regional –orientada a avanzar hacia nuevos objetivos de prosperidad– ha sido recogida por la presidenta Francina Armengol, que ha señalado «el carácter estratégico de canalizar incentivos desde la Administración autonómica a la empresa para internacionalizarse, modernizarse y avanzar en innovación, pues son aspectos críticos para mejorar sus resultados y, de este modo, aumentar la remuneración de los factores de producción».

 

El director general de Banca March ha remarcado durante su intervención, que el sector bancario no puede ni quiere «ser ajeno al contexto disruptivo actual», por lo que asume con determinación «el reto de facilitar soluciones de financiación lo más adaptadas posible a las distintas necesidades de las unidades empresariales», con independencia de su tamaño, del sector en que operen, o de cuál sea su presencia exterior. «Especialización y una vocación de servicio local con alcance global” parecen ser la clave, ha explicado Alberto del Cid, para afrontar con garantías la vertiginosa transformación de la realidad que vivimos y para no quedarse atrás «en un entorno financiero marcado por la aparición de nuevos condicionantes al crédito».

"La empresa balear está en condiciones de movilizar la inversión"