jueves. 25.04.2024


La plaza del Banc de s‘Oli se convertirá en una zona para peatones a partir del próximo 1 de agosto. El área de Movilidad impulsa la iniciativa con la colaboración de la Concejalía de Modelo de Ciutat, Urbanismo y Vivienda Digna. La medida se toma en base al Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS).



El regidor de Modelo de Ciutat, Jose Hila, ha afirmado que la plaza “es un espacio que vale la pena rescatar para las personas y conseguir una ciudad más sostenible y con más protagonismo de los vecindarios”. El regidor de Movilidad, Joan Ferrer, ha afirmado que la plaza es actualmente “una rotonda”. “Con esta actuación dignificamos un espacio emblemático y, además,seguimos avanzando en la protección del patrimonio de nuestra ciudad”, según Ferrer.


La propuesta da respuesta a dos medidas del PMUS: la número 2, donde se marca la necesidad de incrementar las calles para peatones, y la número 36, donde se especifica que, a medida que el Ayuntamiento recupere los aparcamientos en concesión, pueda destinarlos a los residentes y recuperando espacio peatonal.

 


Para la reconversión de la plaza se aplicará el Plan de Usos que regula los ejes cívicos y las zonas para peatones de la concejalía de Modelo de Ciutat, que se aprobó de forma inicial el febrero de 2017. Por eso, y cómo se trata de una limitación de actividades, se tiene que dar cuenta al pleno.

 

Una acción que también incluirá la calle Velázquez por, según Hila, “evitar temores y la proliferación en la zona de cafeterías y bares”. El objetivo es buscar el equilibrio entre el ocio y el descanso de los vecindarios y que incrementar el espacio para la ciudadanía no implique aumentar el número de establecimientos a la zona. Hay que recordar el nuevo plan lo que hace es limitar la ubicación de los establecimientos públicos: sólo puede haber tres en un radio de 50 metros alrededor de un establecimiento.



La medida implicará que no se permitirá aparcar ni circular en la plaza. No se podrá hacer la circunvalación por la glorieta y sí se podrá circular por uno de los laterales, aquel que enlaza la calle de Can Vatlori con la calle del Santo Espíritu, además de acceder a los vados. Se instalarán jardineras para impedir que los vehículos entren a la plaza. La actuación supondrá la pérdida de siete aparcamientos de coches y aproximadamente unos 30 de motocicletas.

Para menguar el impacto, se ofrecerán abonos económicos al aparcamiento de Condado del Rosselló, que depende de la Sociedad Municipal de Aparcamientos y Proyectos (Smap), para los residentes al Acire de Banco de se Aceite. Además, el proyecto de eje Blandos y Ferrer-Velázquez supondrá incrementar el número de estacionamientos destinados a motocicletas.

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